Llevo mucho tiempo queriendo tener un gatito en casa. Desgraciadamente, está permitido en nuestro piso en Japón previo pago de una fianza fuera de nuestras posibilidades. Supongo que el abisinio bebé, no es más que una metáfora de la vida.
Anhelamos lo que no tenemos, con lo que damos bandazos entre extremos. No hay sociedad que esté en "el punto medio" ni vida que completamente sea perfecta. En Suecia el tiempo es mejorable, en Japón la jornada laboral podría acortarse y en España los salarios son, desgraciadamente para muchos, deplorables en algunos casos.
Si en Estocolmo, los paseos por Söder me mantenían contenta, qué debería hacer en Tokyo? Cómo puedo mantener esta paz una vez que esté de vuelta a mi normalidad?
Dichosa pirámide de Maslow...Pero es tan importante el tiempo para sí mismo, para poder hacer cosas diferentes a tu día día, cosas que permitan oxigenarte emocionalmente...Ese anhelo no puede desestabilizarnos, no puede hacernos huérfanos de ilusión. Todo es posible, con todo podemos.
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