Rua hang yao significa barco de cola larga (long-tail, en inglés). Estos barcos, a los que algunos se refieren como las Góndolas del Sur, tienen varias formas y tamaños a las que une un elemento común: el palo enorme que separa el motor (normalmente de un coche o tractor) de la hélice. Esta estructura es manejada con energía y habilidad por el capitán, que lo usa para dirigir el barco.
Los long-tail son muy característicos del mar de Andaman, donde los turistas y los pescadores locales los usan a partes iguales. Con su delgado perfil, son el medio de transporte ideal para navegar las costas llenas de rocas, corales, cuevas y Karst, que originan de la roca caliza que se encuentra en la costa de Krabi. No superan los 15 nudos ni los 20 pasajeros, son un poco difíciles de abordar pero aún así, ofrecen un viaje seguro y estable.
Su diseño origina en épocas pasadas, en las que los mercaderes Indios y Árabes navegaban las costas Tailandesas en barcos de este estilo a los que les colocaban velas triangulares. De esta manera se podían acercar a las islas y ciudades costeras para repostar, vender y comprar nuevas mercancías como perlas, que vender más adelante.
Al modernizarse y añadir el motor el diseño no ha perdido eficiencia. Al colocar el motor en lo alto del mástil, esto permite dirigir al barco en múltiples direcciones así como ofrece la posibilidad de levantar la hélice para evitar rocas, corales, redes, cuerdas y cualquier otro residuo flotante. Esto también permite mantener seco el motor diesel (de coche o tractor), que pese a no estar exactamente diseñado para el mar, es mucho más barato tanto en el momento de compra como en el de reparación, que un fueraborda. Hay investigaciones que indican que los motores con este tipo de estructura apoyada sobre la superficie del agua pueden ser más eficientes que aquellos que están completamente sumergidos en agua.
Las decoraciones que todos estos barcos exhiben tienen un motivo religioso. En las comunidades más remotas de Tailandia, la creencia en los sobrenatural se refleja en todos los aspectos del día a día. Desde las pequeñas ofrendas en las entradas de los negocios, hasta los pañuelos y guirnaldas que se colocan en los barcos, todo es una ofrenda a Mae Ya Nang, una diosa que vive en los barcos. Ella protege el barco de daños, asegura buenas pescas y viajes seguros. Los pescadores también creen que la proa de su barco es un poco como la cabeza de Budhha. Se bendice al inagurar el barco y es sagrada, nadie la puede tocar - ni tan siquiera los turistas que a veces pierden el equilibrio al bajar.
En el pasado, la mayoría de estos barcos se construían con maderas locales. Pero en 1989, a partir de unas inundaciones en el sur de Tailandia, el Gobierno prohibió la tala de los bosques locales. Al tener que importar de Malaysia o Myanmar, el coste de la madera se incrementa notablemente con lo que la gente se centra en reparar barcos - en lugar de construirlos nuevos, pese a la notable tradición local en torno a este tipo de artesanía.
La costa del Andaman no sería lo mismo sin los long-tails. Estos barcos son la versión Thai de los autobuses rojos de Londres o los Taxis de Nueva York. Ruidosos y un poco primitivos, son un elemento característico y colorido de la costa Tailandesa.
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