Cuando te levantas más rojo que el cangrejo asado que cenaste la noche anterior, cuando ves a Enrique ponerse camisa a 35C y plantearse la opción de guantes, lo mejor es enclaustrarte e intentar aprender un poco de cocina Thai.
Lo de las vacaciones lunares es una lata. De repente cierran las cosas durante unos cuantos días y no consigues entender por qué... Hasta que cae la noche. Suerte la nuestra de que Sitca, también conocido como el Samui Insitute of Culinary Arts, abriera justo antes de que tuviéramos que abandonar la isla.
Tras desayunar, nos plantamos en la escuela. Suplicando un poco, conseguimos que añadieran al menú del día un plato extra, esa ensalada de marisco picante que TANTO me gusta :P así que, con la suerte de estar los dos solos - normalmente las clases suelen constar de 10 alumnos pero, gracias a que era la primera sesión tras el descanso, la gente no había espabilado tanto como nosotros, así que tuvimos seño particular.
Nuestra profesora, además de tremendamente amable, como cualquier otro Thai, se esforzaba en instruirnos acerca de las diferencias entre las verduras Thais y las europeas. Cómo no van a saber las cosas distintas? Si todo crece más sabroso en medio de este clima tropical!
Kafir Lime, más arrugada y grasienta que la lima occidental.
Tras escuchar muchos "very good for your health, my lady" y otros tantos "if not spicy then not yummy" nos dispusimos a comer. Fallo de cálculo, eso de no tener amigos a los que invitar. Porque claro, cada uno cocina un menú para dos personas, con lo que, dos alumnos, preparan comida para 4.
O_o Os podéis imaginar fácilmente donde terminaron las sobras...
En el mundialmente conocido... Thai Take Away ^_^
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Nada mejor con lo que reemplazar la insípida cena de avión que nos esperaba al día siguiente, no? En fin, con la tripa a reventar, nos fuimos con la música a otra parte. A explorar el norte de la isla, incialmente fijado como objetivo de alojamiento - aunque finalmente abortáramos el plan porque, como siempre, se iba bastante de presupuesto :P - sus playas y sus Big Buddhas.
Bo Phut & The Fishermen's Village cuentan con dos templos impresionantes:
Wat Phra Yai (por algo la llaman Big Buddha Beach!)
La puesta de sol más bonita que hayas visto jamás y otro día en el paraíso que termina antes de lo que hubieras deseado. De camino a Chaweng, aparte de recargar un par de botellones de whisky nos hicimos con las entradas para el Muay Thai.
Tonight only! Es el mantra que repiten las cochambrosas furgoBus que recorren la isla. Tonight only, in Chaweng Stadium! La verdad es que para ser mi primer combate en directo no defraudó aunque la parte que involucraba a niños apaleándose resultó bastante denigrante. UN pequeño cuadrilátero, una banda en directo ambientando las ostias con instrumentos tradicionales, un locutor que suelta carcajadas malévolas de vez en cuando y mucho, mucho, mucho turista, pagando el agua a millón. Being there, done that... Guess it's what we were meant to.
3 comments
Vaya coñazo de posts no?
pues a mi me parecen interesantes. gracias claudia por monstrarnos futuros lugares donde ir
Pues a mi me encantan ...
Lo de la escuela de cocina me ha encantado, cuando vaya, voy a ir a hacer un curso seguro !!
Un beso!
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