Me río, de tu frío.

- Cómo lo ves?

- Nublado…
Si no mueres congelado, gangrenado o atropellado, siempre está la opción del chuzo de hielo. En mi edificio han puesto un andamio para protegernos, pues el arquitecto que diseñó las rajas no contaba con inviernos así.

Esto había el Sábado. Hoy, tras tres días nevando, la cosa está mucho más elevada.

Un banco blandito

Lo que las quitanieves van apartando de la plaza (Medborgarplatsen)

No es que sea el mejor día para ir en bici… La verdad.

En acción, intentando evitar que alguien muera con los bloques de hielo que se forman y desploman en la calle, atacando al transeúnte desprevenido.

Tarde de compras Navideñas.

A todos nos gusta la nieve, sobretodo cuando nos libra de un invierno de lluvia congelada. Como comentaba la responsable del aeropuerto de Helsinki: Mejor esto que los -0 que terminan en placa resbaladiza. Así que, como dicen aquí "no hay mal tiempo, sólo mala ropa" y como diría yo, todo es mental… Cuestión de echarle cojones.

Será que la capa de hielo en tu piel te hace ver las cosas de otra manera, que se te va la olla y piensas en cosas raras, pero hoy, me he dado cuenta de lo mucho que desprecio a los pasivos.

Esas personas que dejan la vida pasar, aletargados en la mediocridad, no se atreven a terminar con aquello que no termina de encajar, conformados con una medio depresión existencial y un "todo me pasa a mí" como excusa general. No somos dueños de nuestra circunstanci, pero sí de cómo decidimos enfrentarla.

Por cabreada que esté con mi propia realidad, por injusto que crea todo esto viniéndome justo ahora a mí, sólo me queda aceptarla y pasar a echarles un nuevo vistazo a las cartas que quedan en mi mano, esas que todavía puedo jugar. No volveré a esa queja existencial, estoy ya crecidita para ponerme a patalear. Sólo tengo una vida. No la pienso malgastar con relaciones, trabajos, actividades, cenas, compras, viajes… Con nada, que no me llene de verdad.