Pero no congelada.
Alguien dijo una vez, que cuando nieva, todo se llena de silencio. Ojalá fuera cierto y ese paz me llegara, pero hasta el fondo, porque no sé cómo seguir manteniendo todas las bolas que componen mi malabar existencial.
El trabajo que tanto me ilusiona... Todavía no lo he pedido.
Se trata de una posición interna, con lo que sólo lo puedo solicitar desde la oficina, cuyo período de aplicación es extremadamente reducido - termina el día 1 - lo que convierte al Viernes en mi última oportunidad.
Por qué? Pensémoslo detenidamente, fríamente, como me dí tiempo a hacer durante el finde. Empecé a trabajar el 1 de Septiembre. Llevo tres meses, cobrando un sueldo completo, sin producir nada de provecho porque para la empresa, represento una inversión a largo plazo - en la que, además del sueldo, se están dejando una pasta en cursos porque "cuando aprendas, serás de utilidad, pero ahora no hay presión, tú concéntrate en irte integrando en el workflow, los procesos y el ajetreo diario en LTE"
Le iba a hacer gracia a mi manager que, de repente decidiera - en el remoto caso de ser elegida para al posición - cambiarme? Es la mejor manera de empezar una carrera a largo plazo en la empresa? O más bien la de cavar mi propia tumba en ella, de la manera más estúpida, sólo por ponerme repentinamente a perseguir mi sueño dorado? No es mejor esperar un poco, seguir con los cursos a distancia, aprender más y, cuando ande bien sujeta, como en la escalada, intentar dar el siguiente salto?
Si constatamos mi trayectoria profesional, plantar dos cosas en este año, no sería la mejor manera de construir un CV muy atractivo, verdad?
En estas dudas sigo, entre los consejos de Caroline de "aplica, dí que era para ver qué pasaba, pero que no te ibas a cambiar", los de Pablo de "espera un tiempo, aprende, construye una profesión que te sirva de base, que el primer trabajo que uno tiene no va a ser perfecto y luego, intenta redirigirte, que Ericsson, para eso, es muy bueno" y mi propia conciencia que simplemente suplica un poquito de estabilidad (con tanto cambio, cómo no voy a sufrir de insomnio?)
Entre éstas, he decidido hacer caso a mi health coach, comprarme un Moleskine, sentirme un poco más Picasso, un poco menos ingeniera y dedicarme a escribir mis memorias diarias, todo lo bueno y lo malo, para sacarlo fuera, a mano, antes de meterme en la cama; porque el objetivo de mi health journey, no es correr más deprisa ni adelgazar, simplemente, dormir.
El lunes, tras ir directa al curro y terminar los deberes para Social Entrepreneurship, funcionó el plan de la escritura terapeútica.
Ayer... La escritura terapeútica, se convirtió en conjuro de magia, cuando así de repente, en medio coffeebreak, Noel se acercó al sofá donde escribía, a medio escondidas:
- Tengo una proposición que hacerte.
- Dispara.
- Vas al Filmfestival?
- Si he de serte sincera, soñando con ello me he pasado la primera hora y media de la mañana, mirando películas y lamentándome... Lamentándome por no tener el tiempo - este finde va para el trabajo en grupo del curso - de darme el gustazo. Sobretodo, de ese documental sobre Valentino, que mencionaba una de mis columnistas favoritas en el METRO, hoy.
- Pues como anillo al dedo! Mi novia se ha puesto enferma y, bueno, había pensado que te podría interesar venir conmigo, esta noche, a las 21:00 a verlo!!
- Hecho :_D
Y con la ilusión del cupón, me largué a aprovechar los últimos días de freeCorporateGym y aporrear las almohadillas de mi profesora de Boxning, que siempre vino bien, para descargar. Entre lo gracioso que es encontrarte una monitora más morena que tú, que te elige de pareja para animarte en castellano mientras que por el micro, berrea en sueco; la de tiempo que pierdes en el café del mes y la ilusión que tenía con mi noche de indulgence cenita en Berns con Enrique, seguida de Valentino... No le dí vueltas a nada más.
Miento.
Tras dar con el culo en la nieve por segunda vez en el mirmo día, me acordé de alguien, que alababa lo maravillosa que era la vida en los paises escandinavos. Ja. Maravillosa de vacaciones, cuando no tienes un trabajo al que llegar, ni un bus que te deje tirado, ni una compra de 10kg que subir, montaña arriba.
Así que, en tu honor, he cogido la cámara esta mañana, to give you a sneak peak of what living in Scandinavia, as a Scandinavian, means.
6:15 - Te levantas y es de noche.
7:15 - De camino al metro, sigue oscuro.
Cuidado con la placa de hielo!In the middle of nowehere, where we happen to live...
7:30 - Te aproximas a la boca del Tunnelbana - Huy, se te acaba de ir! - y te toca esperar 8min hasta el siguiente.
7:45 - Abajo en Bergshambra y a por el bus.
La parada está en obras así que, toca esperar sin marquesina y caminar un trozo más. Sigo sintiéndome afortunada por no haberme estampado en las escaleras congeladas que hay 20m atrás.
Qué bonico, el arbolico!
8:00 - El 178, aparece. Por pequeños que seamos, casi no cabemos en los asientos, entre abrigos, bufandas, bolsas de gym y periódicos... Calor en el microclimabussen, frío al pisar la calle.
8:17 - Kista, ese sitio que sólo tiene vida de 9 a 17 (8-16 también vale, según lo que madrugues, con esto del flextime)
Atentos al detalle, en MicroHof, lunch de 10:30 a 13:30 - lovin'it ¬¬ - de mi glamour infinito, mejor no digo nada. Ya sé que me vais a sorprender con mil comments de "I ♥ your style" y "De dónde es tu gorro de espermatozoide? Me encantaaaa..."
Enrique se lo toma con más deportividad y yo...
Me voy a trabajar.
Dos largos meetings en la hus 83 con los felizmente consecuentes 20' de paseo nevado, tras recorrerlos 4 veces, me sentía genial y descubrimientos extraños en la misma:
Sí, los de BNET Marketing&Sales tienen una PS3.
Pero lo mejor, ha sido llevar la magia de vuelta a quien la trajo ayer a mi vida...
To Noel and his golden goddess: Let Valentino Red Bubbles bring some luxury sparkle and create a magic moment, like those coming out of fashion emperor's documentaries...
{Sí hermana, Rosé}
Colofón final, cuando al regresar para dejarlo todo y pirarme a casa, el encontrarme a Ola, mi mentor, frente a un yogur... Para terminar compartiendo tanto alegrías (mi Valentino Film y su Folkoperan) como penas, porque parece que ni en esto del insomnio, me va a abandonar sola.
Gracias por el apoyo, de verdad, porque hoy habéis conseguido alejarme del illustrator y sentarme a contar una pequeña historia más.
1 comment
Te leo siempre, y te animo a que sigas escribiendo.
un saludo de otra emigrante (pero en uk doing her PhD).X
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