Ballerina ranking (by Enrique): Kladdkaka is best, then Toffee, then Choko, then Pepparkaka and all the way down to Nougat - even if the traditional flavour - is seen as worst.
En Suecia, molan los smaktests (comparativas de sabor) y las estadísticas de todo tipo. No debo de ser la única que padece el so what? en este país. Una enfermedad terriblemente patética, manifiestada con un desasosiego existencial sin motivo alguno, únicamente causado por la falta de problemas reales que enfrentar. El infestado se pasa el día preguntándose acerca del sentido que tiene todo lo que le rodea, preguntándose so what? Lo bueno es que tiene cura. La terapia más efectiva (aunque dura) consiste en la aparición de un drama real. Una solución más a largo plazo, menos traumática e igualmente eficaz, trata de encontrar aquello que te haga sentir bien de verdad. Correr, hacer fotos, escribir o cocinar. Da igual, con tal de que calme tu alma y devuelva el sentido a ese día que pronto terminará.
Enrique, nunca ha sufrido este mal. Siempre contento, con lo que sea. Sabe disfrutar. Es viciosamente goloso, pero con mesura. No coarta sus instintos y además intuye de antemano, lo que más le va a gustar. Todo lo que más adelante, terminará en su hall de la fama calificado de favorito, tiende a ser el pionero en casa. Empezó con las Ballerina Kladdkaka, así como con el Ben'N'Jerrys Half-Baked. Pasaron los meses. Probó todos los sabores. Cada caja abierta, cada sabor experimentado por primera vez... Sólo le ha servido para reafirmarse en la certeza de su primera impresión, de ese gut feeling que le guía sin error.
Sabiendo que los dulces son una de sus mayores pasiones, me pregunto por qué actúa de manera tan diferente en el campo de las relaciones. Supongo que las historias decepcionantes son más amargas de terminar que un paquete de galletas que no te termina de gustar. No hay nada divertido en probar y no acertar. Cuesta mucho más clasificar. Las parejas rotas siempre magullan a una de las partes más. Aunque a la definitiva, igual da que hieras o seas herido, como en la guerra, nadie termina por ganar.
A mí me cuesta tomar decisiones, necesito tiempo para elegir. Cuando lo hago, soy firme. Quiero creer que se debe a la solidez que confiere considerar todas las posibilidades, pero cualquiera que me conozca, sabe que me dejo guiar por mi gut feeling. Exactamente igual que Enrique con sus galletas. O mi madre, con sus telas. Me enamoro de personas, objetos, ciudades, experiencias... Cualquier cosa que encuentre deleitante y termine por formar parte de mi propia esencia. Supongo que no smaktest que aplicar, ni consejos que remitir. Nadie puede creer que lo que valga para mí, también lo hará para tí.
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