En Suecia, se define la llegada de la Primavera como el primer día tras una semana en la que la temperatura media se encuentra por encima de cero (NOTA: 7 días en los que la máxima temperatura es 2 y la mínima -1, serían un ejemplo válido).
Pero nosotros, como el resto, aprovechamos el primer rayo de sol para vestirnos como nuestros primos sureños y fingir ue de verdad, hace calor - aunque sea pasar a la sombra y pelarte de frío miserablemente.
Me he levantado tarde. Con agujetas tras ayudar a Stina con la mudanza ayer, pero contenta de ver el sol y descansada por las 11h de sueño reponedor tras el extremo agotamiento físico de cargar cajas, arriba y abajo durante casi 4h. Me he levantado tarde, pero con ganas de salir a pasear. Así que, tras mis vuelta de go-go PowerWaaaalkeeer, he sacado a Enrique por el barrio.
Hoy, hemos subido a Fåfängan - que se traduce por la vanidad o el ego. Un antiguo puesto de vigía en el que han instalado un café con mucho encanto - y vistas privilegiadas. Muy patético el verme subir por la montaña nevada. Como de costumbre, me he resbalado y he terminado a cuatro patas, con el subsiguiente recital de ropa interior a todos los que se había atrevido a emprender la ruta por la ladera nevada y churripitosa.
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