Dicen que subir el Monte Fuji una vez en la vida es de sabios, pero repetir la hazaña, de ineptos. En cualquier caso, no hay visita a Japón completa en la que no se pase cerca de este santuario, ya sea para escalarlo o para contemplarlo desde los alrededores.
En nuestro post de FUJI-Q Highland os recomendábamos pasar un día en este pueblo pequeñito, situado en las faldas del Monte Fuji. Kawaguchi-ko tiene un precioso lago, alrededor del cual se extienden unas cuantas rutas de senderismo. Tras un día en el monte, nada mejor que sumergirte en las aguas termales de los onsen que encuentras en la mayoría de los hoteles situados en torno al lado. En verano, especialmente entre Julio-Septiembre, la ocupación se dispara (por la gente que escala el Monte Fuji) así que si te llama la atención, mejor reservar con tiempo.
Un paseo temprano (antes de dirigirte a FUJI-Q, por ejemplo) es suficiente para llevarte una impresión del pueblecito. Aunque la verdad es que, habiendo estado "de pasada" te quedas con ganas de volver, a recorrer una o varias de esas rutas, de las que te hablaban en el hotel.
Podéis llegar en bus desde Shinjuku y volver en un tren completamente kawaii que está plagado de photo-op. El caso es que si el tiempo acompaña, es una buena forma de llevarte un recuerdo natural de Japón, más allá de rascacielos y aglomeraciones que abundan en la gran ciudad.
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