En la serenidad de la playa de Sanur todo el mundo se siente bienvenido. Turistas que quieren probar el viento alternan con familias locales que pasan el día y pescadores que recogen marisco al atardecer. Hay algún que otro resort que convive en armonía con el entorno donde todo parece moverse a cámara lenta, incluyendo una bandera con el mismo mensaje que hemos visto en muchos carteles durante nuestras vacaciones:
Teluk Benoa ReklamasiBásicamente, el movimiento "for Bali" rechaza un decreto impuesto por el Gobernador de Bali, justo antes de terminar su legislatura, en el que se abolía el estado de "reserva marina" en la bahía de Benoa, para convertirla en distrito de uso general i.e. permitir la edificación descontrolada de hoteles y resorts. Básicamente, con la cláusula No51 del 2014, se abolía la cláusula 55 del 2011 que la declaraba protegida.
El plan maestro consiste en reclamar 838 hectáreas de la bahía, para convertir el 75% de las mismas en terreno edificable que por lo tanto, elevará el nivel del mar 1.6m. Esto causará el desplazamiento de 7.9 millones de m3 que inundarán las zonas colindantes, destruyendo el manglar y toda la biodiversidad que conlleva.
Este tipo de tragedias paradisíacas me causan una melancolía extrema. Me deprime ver que en todas partes (industria o gobierno) hay líderes incapaces de decidir estratégicamente, para sólo mirar por su propio beneficio. Cómo pueden vivir ignorando las consecuencias a largo plazo que este tipo de decisiones tienen en la propia economía de la isla y en la ecología del planeta, en última instancia? Aún reduciéndolo a términos económicos - ignorando por completo el impacto medioambiental, que es por supuesto importantísimo - el business case no te sale positivo, si lo estudias a medio-largo plazo. Si te cargas todas las razones por las que la isla es especial, te vas a cargar tu propio negocio. De ahí mi repulsa hacia toda esta situación y continuada intriga, acerca de cómo pueden dormir algunos por las noches.
Si algo nos llamó la atención al pasear por Nusa Dua, fue lo vacíos que estaban aquellos hoteles de superlujo. Quizás una pequeña muestra de la poca falta que hace más edificiación en la isla. Os dejo unos carteles cuyo diseño gráfico me llamó la atención (por la isla había muchos más, con cangrejos destrozando excavadoras y criaturas mitológicas frenando la construcción, que no he conseguido encontrar).
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