Siempre me muero de ganas por ir al ROOT de Madriz.
Sí, el del grupo VIPS porque no, no me da para más - ni, afortunadamente, lo necesito. Atmósfera controlada, mesa para uno, amenizada con la discusión de pareja gay en la mesa de al lado - finde del orgullo con el pride minando relaciones - y esa sensación inquieta, al escuchar a alguien articular lo que intuyes que cruza mentes cercanas, en más de una ocasión.
Y en esto de tanta soledad, te abofetea la realidad. Resulta que lo que escribes puede tener más impacto de lo que imaginas, herir a quien nunca fue blanco y ser tremendamente malinterpretado.
Quizás sea la triste consecuencia de ser hija única y malcriada como me dice mi padre. La egocéntrica a la que le va más una queja - como alguien me dijo una vez, con mucha razzón - que a un tonto una piruleta.
Pues no, el mundo no gira - mal que me pese - en torno a este ombligo.
Mea culpa.
Pues sólo intentaba ironizar sobre mi persona - sus extrañas costumbres, percepciones y gustos - frente a un mundo con el que, en demasiadas ocasiones, no encajamos demasiado bien.
Lo triste es que, por más que lea y relea, sigo entendiendo mi punto, sin atisbar el malinterpretable.
Sí, el del grupo VIPS porque no, no me da para más - ni, afortunadamente, lo necesito. Atmósfera controlada, mesa para uno, amenizada con la discusión de pareja gay en la mesa de al lado - finde del orgullo con el pride minando relaciones - y esa sensación inquieta, al escuchar a alguien articular lo que intuyes que cruza mentes cercanas, en más de una ocasión.
Y en esto de tanta soledad, te abofetea la realidad. Resulta que lo que escribes puede tener más impacto de lo que imaginas, herir a quien nunca fue blanco y ser tremendamente malinterpretado.
Quizás sea la triste consecuencia de ser hija única y malcriada como me dice mi padre. La egocéntrica a la que le va más una queja - como alguien me dijo una vez, con mucha razzón - que a un tonto una piruleta.
Pues no, el mundo no gira - mal que me pese - en torno a este ombligo.
Mea culpa.
Pues sólo intentaba ironizar sobre mi persona - sus extrañas costumbres, percepciones y gustos - frente a un mundo con el que, en demasiadas ocasiones, no encajamos demasiado bien.
Lo triste es que, por más que lea y relea, sigo entendiendo mi punto, sin atisbar el malinterpretable.
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