Con lo apalancao que eres a veces y lo que cuesta sacarte de casa, no hay manera de que Alvi, aka Alvarito, se esté quietecito para una fotito.
Con la maleta llena de pinturas, cepillos, pinceles, y sus milagrosas manos de ángel, que convierten a novias, modelis, celebs y amigas afortunadas en Reinas - aunque sólo por un día - pero qué día :D.
Lo divertido de ser Alvarito es que, al trabajar de estilista en la moda, conoces a ilustres como Ana, Anita, Anuski y te regalan cosas, muchas cosas.
Y a mí, me sigue pareciendo sumamente curiosa la manera en la que, por mera balanza de pagos, la exclusividad de la cosmética de lujo se ve mermada no, pulverizada y, con ella mi percepción y consiguiente deseo.
Las cremas no son tan milagrosas y los colores, ya no deslumbran. Son bonitos, sí, pero... Realmente lo valen?Alvi sugiere que no. O al menos... No tanto.
Si sus milagros se materializan con más Biopel que 8h y más MAC que Chanel, todas podemos, verada? O será que, al igual que el hábito no hace al monje, los pinturetes no generan al make-up artist?
Pero bueno, a nadie le amarga un dulce, así que... Javi y yo, terminamos peleando civilizadamente - no nos conocemos demasiado todavía - por los preciados cubitos translúcidos.
{Jauría de Hienas, not yet.}
- Y a mí? Qué color me irá mejor?
- Hombre, el azul éste se lleva mucho, tía.
- Ya... Pero el rosa a lo mejor se funde más con mi piel, como siempre me dices.
Menuda discusión para una mesa que comparte sushimi @Yataki.
Pero como siempre, me dio bastante en lo que pensar, de vuelta a un debate con el que me he topado reiteradamente a través de medios distribuidos: La manera en la que, la estandarización de las herramientas de diseño gráfico/web - archiconocida resultante de la acquisition del milenio CS3 - en una industria supuestamente creativa, limita la que debería ser su principal característica.
Mención aparte merecen las referencias, críticas y comentarios que la panda de rebotados - y adorados - Streetartists hacen respecto al tema.
Sigo soñando con un verano en Berlín. Aunque este año, no llegaré ni a Salou.
Un poco, como Alvarito, sus pinceles y el Biopel. Para mí, como a Winnie un bote de mermelada cerrado - no entiende lo que hace sus manos ni cómo aprovechar su potencial; la ambrosía que degustan las diosas que de sus manos nacen.
Lo mismo para los diseñadores en mi opinión. Si vales, siempre verás la manera de desmarcarte de los Ai que consigo hasta yo con un Tutorial, combinar técnicas y desarrollar algo especial, diferente y personal.
Para eso, como todo en la vida, tres cosas: Compromiso, dedicación e imaginación.
Algo que demasiados claman y pocos poseen.
En esto de herramientas y colores, terminé de la mano de aquél que mi mano liberó, descubriendo que mi pantone es el renaissance rose - 27/9 - cuando yo creía moverme entre etapas rojas y moradas.
Por una vez veo claro que ni morado, ni rojo, ni negro, sino gris.
El gris de ese cielo entre el que el sol asoma tímidamente, el de esas nubes que nos persiguen incesamentemente a mí y a mi indecisión, que nunca se aclara ni encaja, siempre cuestiona y piensa, en lo que pudo ser y no fue.
En mi mundo de sueños jipis en gris, me gustaría ser como ellas.
Cabalgar el cielo, bajo el sol. Volar sin ataduras ni seguridad, con total libertad de movimiento. Mi cuerpo, la cuerda, el suelo que no pienso tocar todavía. Arriba, abajo, sin pensar, sentir que caes y volver a subir, flotar mientras revolucionas en torno al eje que tú fijas, nadie opina, guardan silencio, pero en el fondo, te admiran.
Lo irónico es que, tras tanto protagonismo, siempre hay alguien. Esa personilla insignificante, no llama la atención, pero... Sujeta la cuerda desde abajo. No lo hace siempre, pero está lista para girarla en el momento preciso, cuando la necesitas.
Hipnóticamente mágico y sí, gratis - como todo lo bueno en la vida. A disfrutar.
Con la maleta llena de pinturas, cepillos, pinceles, y sus milagrosas manos de ángel, que convierten a novias, modelis, celebs y amigas afortunadas en Reinas - aunque sólo por un día - pero qué día :D.
Lo divertido de ser Alvarito es que, al trabajar de estilista en la moda, conoces a ilustres como Ana, Anita, Anuski y te regalan cosas, muchas cosas.
Y a mí, me sigue pareciendo sumamente curiosa la manera en la que, por mera balanza de pagos, la exclusividad de la cosmética de lujo se ve mermada no, pulverizada y, con ella mi percepción y consiguiente deseo.
Las cremas no son tan milagrosas y los colores, ya no deslumbran. Son bonitos, sí, pero... Realmente lo valen?Alvi sugiere que no. O al menos... No tanto.
Si sus milagros se materializan con más Biopel que 8h y más MAC que Chanel, todas podemos, verada? O será que, al igual que el hábito no hace al monje, los pinturetes no generan al make-up artist?
Pero bueno, a nadie le amarga un dulce, así que... Javi y yo, terminamos peleando civilizadamente - no nos conocemos demasiado todavía - por los preciados cubitos translúcidos.
{Jauría de Hienas, not yet.}
- Y a mí? Qué color me irá mejor?
- Hombre, el azul éste se lleva mucho, tía.
- Ya... Pero el rosa a lo mejor se funde más con mi piel, como siempre me dices.
Menuda discusión para una mesa que comparte sushimi @Yataki.
Pero como siempre, me dio bastante en lo que pensar, de vuelta a un debate con el que me he topado reiteradamente a través de medios distribuidos: La manera en la que, la estandarización de las herramientas de diseño gráfico/web - archiconocida resultante de la acquisition del milenio CS3 - en una industria supuestamente creativa, limita la que debería ser su principal característica.
Mención aparte merecen las referencias, críticas y comentarios que la panda de rebotados - y adorados - Streetartists hacen respecto al tema.
Sigo soñando con un verano en Berlín. Aunque este año, no llegaré ni a Salou.
Un poco, como Alvarito, sus pinceles y el Biopel. Para mí, como a Winnie un bote de mermelada cerrado - no entiende lo que hace sus manos ni cómo aprovechar su potencial; la ambrosía que degustan las diosas que de sus manos nacen.
Lo mismo para los diseñadores en mi opinión. Si vales, siempre verás la manera de desmarcarte de los Ai que consigo hasta yo con un Tutorial, combinar técnicas y desarrollar algo especial, diferente y personal.
Para eso, como todo en la vida, tres cosas: Compromiso, dedicación e imaginación.
Algo que demasiados claman y pocos poseen.
En esto de herramientas y colores, terminé de la mano de aquél que mi mano liberó, descubriendo que mi pantone es el renaissance rose - 27/9 - cuando yo creía moverme entre etapas rojas y moradas.
Por una vez veo claro que ni morado, ni rojo, ni negro, sino gris.
El gris de ese cielo entre el que el sol asoma tímidamente, el de esas nubes que nos persiguen incesamentemente a mí y a mi indecisión, que nunca se aclara ni encaja, siempre cuestiona y piensa, en lo que pudo ser y no fue.
En mi mundo de sueños jipis en gris, me gustaría ser como ellas.
Cabalgar el cielo, bajo el sol. Volar sin ataduras ni seguridad, con total libertad de movimiento. Mi cuerpo, la cuerda, el suelo que no pienso tocar todavía. Arriba, abajo, sin pensar, sentir que caes y volver a subir, flotar mientras revolucionas en torno al eje que tú fijas, nadie opina, guardan silencio, pero en el fondo, te admiran.
Lo irónico es que, tras tanto protagonismo, siempre hay alguien. Esa personilla insignificante, no llama la atención, pero... Sujeta la cuerda desde abajo. No lo hace siempre, pero está lista para girarla en el momento preciso, cuando la necesitas.
Hipnóticamente mágico y sí, gratis - como todo lo bueno en la vida. A disfrutar.
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yo puedo sujetar la cuerda sin descanso.
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