"Esa actividad que consigue parar el tiempo, que el hambre desaparezca, sin ser consciente nada más que de estar completamente centrado y entregado a lo que haces. Ésa es la que - de verdad - te hace feliz."
{Curiosamente, es lo que Mark sentía cuando trabajaba con las manos en la electrónica}
Y hoy, sábado noche, que paso en casa, leyendo y storytelleando un poco decido volver al TED de mis amores para descubrir algo tremendamente interesante y reconfortante.
Creativity, fulfillment and flow by Mihaly Csikszentmihalyi
Un psicólogo, cuya investigación y obsesión está - como una que yo me sé - totalmente centrada en la forma en la que experimentamos la felicidad.
Varias cosas a resaltar de la charla.
- Más dinero del necesario para lo básico no conlleva la felicidad mientras que, la carencia del mismo a la hora de cubrir necesidades básicas - lower Maslow level - conduce a la tristeza.
- Para fluir mientras hacemos algo, como varios expertos mencionan en distintas metáforas del extásis - ese concepto que proviene de las antiguas civilizaciones que tanto admiramos, se requieren unos 10 años de dedicación a la actividad en cuestión.
- Dependiendo de la manera en la que se combinen los retos con las capacidades, podemos encontrarnos en varios estadios:

Y esto aplica a todo. Ahora entiendo, porqué Enrique está tan contento al ver lo que le queda para crackear completamente su reluciente iPhone; por qué mi entrepreneur padrino se dedica a correr maratones; por qué mamá es tan perfeccionista cosiendo; por qué Mark no tiene vida, sino carrera y por qué... Por qué yo soy, en el fondo, tan infeliz.
- Qué se hacer yo?
Le pregunto a Enrique, mientras me enseña orgulloso la prueba fehaciente de su expertise: Ha cambiado los sosamente blancos auriculares que apple cuelga del ultrafunctional manos libres del i- en cuestión, por unos de WESC que molan mogollón - pic below.
- Sabes? Por eso te admiro y envidio, a partes iguales.

Quizás... Tantas inseguridades vengan de mi propio peregrinaje, de intentar encontrarme a mí misma. Qué es eso que me llena? Qué se hacer yo? Qué detiene el tiempo? Qué me llena más que nada en el mundo?
- Tú... Tú... Puedes pasarte horas leyendo sobre moda, sobre economía, sobre diseño, viendo arte, haciendo fotos y... Escribiendo.
Y veo que realmente es así. Que sí hay algo, sí hay algo que me hace feliz.
Voy recogiendo pedacitos de mundo, como leí en un artículo sobre storytelling en HBR que amablemente Andrey me pasó, vivo mi realidad como un espectador externo, un collecionista de momentos, sensaciones... Para después, organizarlas y vomitarlas, intentando, intentando que lleguen a alguien.
Qué es importante para los demás?
No lo sé. Pero... Por extraño que suente, me llena, me siento cerca, cómoda, interesada y tremendamente inspirada, por aquellos que, tienen una pasión que no dudan en compartir, haciéndome partícipe de pequeñas gotitas del éxtasis que exudan.
Más que denominador común en todos los artistas, inventores, investigadores, pensadores que me han impactado alguna vez, creo que se trata del ingrediente clave de la genialidad.
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