Cansada de recoger la mierda que la vida adulta me tira encima.
El sábado pasado, andaba en Debaser Medis, chuperreteando hielo con blåbar del fondo de mi cocktail cuando viene un tío y me dice (con acento español):
- Tell your friend that she must stop drikín!
A lo que le contesté, en castellano, que no era mi amiga sino una chica amable a la que le había gustado tanto Angel que se empeñaba en recordarme lo bien que olía cada media hora ^_^
Resulta que el chaval en cuestión se había mudado aquí hace cinco meses, comprado piso hace dos, trabajaba para E/// y terminó agregándome al sametime. Con lo que mi día tocaba fin comentando lo que apesta la vida adulta, lo que jode empezar el día en el banco, preguntar por hipotecas y terminarlo discutiendo por el piso. Algo que, desde luego, no arregla la situación, pero te hace sentir menos sola ante el peligro.
Como diría mi madre, mal de muchos, consuelo de tontos. Como diría yo, cuando tienes a alguien con quien compartir tu mierda, siempre parece menos maloliente. Él te ofrecerá un poco de la suya y quedará claro que todas apestan, de maneras distintas sí, pero igualmente desagradables. Aunque probablemente nadie se acerque a echarte una mano, pues los trapos sucios siempre fue mejor lavarlos en la intimidad de tu cocina, siempre nos quedará Jacko que... Dejando una canción desde la pequeña pantalla, termine amansando a las fieras.
1 comment
te vas a comprar tu palacio blanco?
animo!
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