En Japón, cuando te registras en la oficina de inmigración te dan un certificado que se llama "alien registration". Es bastante curioso que te califiquen de alien. Si bien algo más alto y menos achinado, sigues siendo del mismo mundo. O al menos, eso crees al llegar.
Las mujeres en Tokyo van siempre muy arregladas. En la ciudad, cuando llueve, llueve de verdad. La temperatura no baja de 20C. Mis pies, son extremadamente delicados. Si me pongo sandalias, resbalo en la humedad. Si me pomgo zapatillas de goreTex, acabo con ampollas además de parecer la gitana mayor de la ciudad. Así que, aprovechando nuestro paseo por Ginza, he dedicado la tarde a estudiar las opciones que ofrecen los diseñadores internacionales en Matsuya, un centro multimarca que sería el sueño de cualquiera... Que no tenga unos pies enormes como los míos! Ojo, que no soy tan alarmante. Calzo un 39-40, algo más que normal, no? Excepto en este país, donde el 38 marca punto y final.
Así que tras sostener preciosos MJ y embutir mi pie en unos Tory Burch - todos ellos costaban el doble de lo que pagarías en Paris o Milan - he dirigido mis pasos a la última esperanza (ZARA) donde quedaban bailarinas del 39-40, que POR FIN me he podido pillar. Eso sí, pagando casi 11000 YEN por algo que en España sale a menos de 50€! Un robo. Y a la vez, una bendición.
En fin, que al menos estoy contenta, porque creo que voy a ahorrar mucho en el tiempo que esté aquí. De bolsos voy bien servida y en los zapatos, no me entra el pie. Las prendas me resultan o demasiado ñoñas o demasiado clásicas, así que sin Acnes donde babear, me dedicaré a guardar como la cigarra, por lo que pueda pasar.
Son casi las 12, así que en breve apagaré la luz. Mañana otro día será. De momento, me quedo pensando en ese verano tan maravilloso que pasamos en nuestra Zgz natal. La ciudad anda de fiestas, pero yo me quedo con el calorazo estival, la terraza de mis suegros y el cariño de mamá. Cuanto más me alejo, más aprecio lo que es entender una cultura, pertenecer a un entorno y no precisar de traductor, allá donde vas. Disfrutad EL PILAR!!!
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