Having fun, with the mummys and some japanese hats.
Vivimos en tiempos de crisis, en los que emigrar por razones laborales entra dentro de lo normal. Podrías verbos como los indianos del siglo XXI, que se fueron hacia el Norte y encontaron el bienestar que no abundaba en su pais natal. Ahí, comienza la andadura del expat, sin ser ni de aquí ni de allí, siempre preguntándose si merece la pena de verdad.
Mi mamá y Ana, son amigas de verdad. Igual que ella respiró, cuando Enrique se trasladó a Stk definitivamente, a mí me tranquiliza saber que tiene un apoyo tan cercano, de manera incondicional. Supongo que no habré terminado de madurar, pero me reconforta volver a casa y encontrarlas en el sofá. Siempre contentas, sin más. Llenando platicos de sobras y arreglándolo todo a tiempo. Escuchándote y haciéndonos felices, como sólo consigue una mamá.
Intento no caer en el bucle melancólico, pero me duele de verdad. Porque en lugar de 3h de vuelo, son 11 las que nos separan ya. No tengo tantas vacaciones, ni tanta flexibilidad laboral, estoy en otra zona horaria y dudo de que vuelva a casa esta Navidad. En fin, tendré que ser una chica mayor, aceptarlo y aguantar.
Pero no puedo dejarlo pasar, porque en los tiempos que corren, es importante ser consciente de que no todo lo que reluce es oro y que la soledad del expat, es algo que muchos no consiguen superar. En fin, si seguimos fuera será porque no está tan mal, pero aún así... Ojalá estuvieras siempre conmigo, viviendo en la puertecica de al lado.
Todavía no he aterrizado y ya te echo de menos mamá.
Ubicación:Västgötagränd,Stockholm,Suecia
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