2-18-2 Ebisu-Nishi, Shibuya-ku, Tokyo
Mi empresa que es Sueca originariamente, se centra en extender las maravillosas costumbres del pueblo escandinavo a lo largo y ancho del mundo. Una de ellas, quizás la más popular, es la fika. Fika es el infinitivo del verbo fikar que significa salir a comerte un cacho tarta con tus amigos, en un pequeño café con encanto de Estocolmo, hablar de penas y glorias, mientras observas la lluvia caer por la ventana. En el entorno empresarial, se traduce por cocinar algo dulce en casa y llevarlo el Viernes al trabajo, para compartir el café con bollo y socializar con tus compañeros. Cada semana, le toca a una persona diferente llevar algo. Aunque lo preferible sea bakar (hacerlo tú en casa) también se vale comprar, pero sólo en excepciones, como mi situación actual.
Nuestro container no ha llegado, así que no tengo utensilios suficientes para clavarme una kladdkaka como dios manda. Tocará comprar y seguir el consejo de Ikeda-san (mi amiga de la oficina) así como Wada-san (nuestro real-state agent) para hacerlo en la pastelería con mejor fama de la ciudad - qu'il fait bon - que afortunadamente, nos cae muy cerquita del portal.
Resulta que como la tarta por la que tras mucho dudar me había decidido (banana-chocolate) sólo está disponible en Noviembre, tengo que aguantarme y optar por una del mes siguiente, que tampoco pinta mal. Esperemos que la masa de chocolatazo haga las delicias de mi entorno laboral.
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