(La fila - Laura)
Mi prima acaba de empezar ingeniería. Además de guapa, es muy lista y aprueba todo hasta ahora. Aún así, se pasó el puente estudiando. O al menos, eso me contó por el wassup. Me recuerda a mí o bueno, mejor dicho a mis amigas - que son bastante más guapas que yo, además de las únicas que conseguían amarrar un novio durante más de tres semanas - de la Universidad. De cómo los días se hicieron años y cómo las compañeras de clase, pasaron a ser amigas de verdad. Supongo que la Navidad marca esas fechas en las que suelo volver a mi ciudad natal, coincidiendo con el regreso de Blanca (aka Carbonero) que es la otra expat.
Es algo especial. Volvernos a juntar, arreglarnos, salir a cenar. Rajar hasta que cierran el restaurante y que los hombretones, nos hagan corrillo al bailar. Las echo de menos, tanto como a todos los demás. De mis hermanas mejor ni hablar. Ell@s son la otra mitad de quién soy y una de las razones por las que en algún momento, empecé a creer en mí misma, a avanzar.
Son días nostálgicos. Deberían prohibir ver estas fotos, al menos, hacerlo después de cenar. Sólo espero que tengan pronto la oportunidad de embarcar. De venirnos a visitar y descubrir las maravillas que esperan en esta ciudad.
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