El Jōmon Sugi 「縄文杉」es un cedro de 7000 años que vigila la pequeña isla de Yakushima desde lo alto de un monte. Dicen que en recorrer los 20km (return) que conducen a él sueles emplear 10h.
Para visitarlo, tienes que:
- Pasar por el information center el día anterior
- Registrarte en la lista de visitantes
- Pagar el billete de autobús (1700YEN)
- Levantarte a las 5AM y estar en la parada antes de las 5:30, que es la hora a la que sale el primer bus.
Normalmente está tan lleno que a pesar de estar allí a las 5:15, montas en el bus de las 6:00. Vamos, que no es un buen día para que se te peguen las sábanas.
Junto Enrique y Horiguchi, conseguimos subir en 3h y bajar en 4.
Un nuevo récord en el que sólo sufrieron mis articulaciones, especialmente al bajar, porque de pecho y de piernas iba más que sobrada - parece que tanto entrenar da sus frutos :)
Los primeros 5.5km son un dolor. Se trata de caminar por una antigua vía de tren. Así que, durante 2.5km, vas saltando de madero en madero. Un aburrimiento que además, te machaca los tobillos. Estábamos bastante somnolientos, pero con ganas de empezar el día.
La vía del tren rodea la montaña (muy Far West todo) y cruza ríos de aguas blancas. Algunos puentes tienen barandilla, mientras que otros, son una trampa para los que sufrimos de vértigo agudo. En serio. Cuando llegué al primer puente sin barandilla, me bloqueé y dije que me daba la vuelta. Tuvieron que ponerse uno delante y otro detrás, darme una mano cada uno y poco menos que arrastrarme hasta el otro lado. Experiencia de superación total.
También pasas por el clásico túnel del tren. Saltando entre los dichosos maderos. Un aburrimiento.
Todo va genial, hasta que llegas al primer "grupo de japoneses con guía".
Si pensabas que lo del guía era algo exclusivo de sus viajes a Europa (por eso de que no hablan inglés) estabas MUY EQUIVOCADO. Ellos siempre van con guía o siguen los consejos de un amigo o web, acerca de dónde es mejor comer, qué comida es más local, donde comprar souvenirs, en que onsen bañarse, etc. No dejan nada al azar. De hecho, creo que los cambios de plan les ponen bastante histéricos.
El caso es que, los grupos estos son un peñazo. El guía va delante, acarreando comida y agua para 30 personas (modo sherpa) y los mansos van detrás, con la espalda bien libre. No es que yo fuera súper equipada, pero al menos, llevaba puestos mis 2l de agua.
Pánico en el puente.
Tras 5km así, empieza la diversión con la etapa de montaña. Aquí es cuando uno se emociona y empieza a tirar como un mono montaña arriba.
El paisaje continúa siendo increíble. Musgos y bosques hasta donde alcanza la vista.
Es como pasear por un bosque de elfos, con mini-puentes y escaleras flotantes que conectan diferentes niveles. Tuvimos mucha suerte de que no lloviera, porque hacer esto con agua tiene que ser un dolor.
Tras las escaleritas, aterrizas en el mega tronco hueco que marca el comienzo de los últimos 2.8km montaña arriba. Aquí es donde se pone MUY empinada la cosa (no hay fotos, porque Enrique estaba concentrado en no matarse).
Finalmente, llegas a la cima de la montaña, donde viven una panda de árboles milenarios (3000-4000 años) como estos dos, que se enamoraron y se unieron en uno.
Caminitos y mini Hiro-kun
Por fin!!! Llegamos a nuestro destino.
Ese monstruo blanco de 7000 años, 25m de alto y 16m de diámetro. Una locura pensar que es una de los seres más viejos del mundo.
Tras una comida humilde, emprendimos el camino de vuelta.
Momentos empinados.
Lo mejor de ir 2h más rápido que el resto de la gente (básicamente por seguir andando mientras ellos descansan y por caminar más deprisa) es que los dejas atrás. Con lo que un día agobiante, se convierte en un paseo purificante por el bosque, casi en soledad.
Los árboles lo cubren casi todo.
De vuelta a nuestro odiado tren, dando comienzo al peor momento del día. El volver a saltar de tronco en tronco. El volver a pasar por esos puentes, que tanta inseguridad me causan.
Metáfora de la vida. A base de intentar cruzarlos, de repetirte "puedo hacer esto" se convierte en realidad. Pasas tranquilamente, con la calma y gratitud que causa superar tus miedos, para salir reforzado de ello. Este mundo es de quien intenta las cosas, porque al final, las acaba consiguiendo.
Gracias chicos, somos un gran equipo!
Estas eran las vías "agradables" esos 3km con un madero por el que andar.
Toda una campeona, cruzando el puente sin barandilla yo solita.
No os recuerda a alguna película? Esto de los puentes, white waters & forest...
Yes sir! WE MADE IT!!
Tres copas de vino y 6h más tarde, disfrutábamos de una barbacoa coreana, donde la especialidad local era la carne de ciervo de Yakushima :S Un poco cruel, pero exquisita.
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