Mejor precio y calidad?
No, si eres un homeless hambriento rebuscando entre los restos de su basura en Solna (suburbio de Stockholm).
Lo que tiene hablar mal sueco, tener demasiada imaginación, estudiar Social Entrepreneurship y leer el METRO muerta de sueño en el bus de Bergshambra (curiosamente, en Solna - el barrio pegadico al mío, donde el metro me deja para pillar el 178 cada mañana) a Kista.
Mi naïve mente pensó que de una vez por todas, la peña se había decidido a usar toda esa comida que hay que tirar porque no se puede vender aunque todavía se pueda comer en algo más productivo que dar trabajo al basurero de turno, ofreciéndola a los que se mueren de frío en las calles oscuras de esta ciudad.
Nunca he sido fan de LIDL. Empezando por su co-branding con Burger King - consistente en la genial idea de colocar hamburgueserías dentro de los supermercados para incrementar ventas a consecuencia de dos hechos principales derivados de comer dentro de la tienda: El período de tiempo que el cliente permanece en su interior es mayor (con lo que la probabilidad de compra aumenta consecuentemente) así como el hecho de estar comiendo, estimula la adquisición de más comida - y terminando por esa cultura del bote grande, del consumismo masivo, del compra más aunque no lo necesites, aunque no seas capaz de terminarlo porque simplemente, es barato, no habían conseguido conquistarme.
Sin embargo, algo así podría haber aliviado sus pecados, al menos localmente y como siempre, a mis ojos.
Pero la realidad siempre termina por superar a mi imaginación y no era comida ordenada, (para evitar que los vagabundos rebuscaran) sino envenenada con lavavajillas germano lo que los empleados dejaban en los cubos, cada noche.
Una rebaja más a esa marca sobradamente degradada, otra prueba del lado oscuro escandinavo.
Y a vosotr@s, qué os parece?
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