Segundo día de trabajo, primer ataque de ansiedad - menos mal que volvía contenta, eh? - pero bueno, supongo que es normal.
Me aburro con los comentarios, me aburro de mi documento, me aburren las fikas en las que me convierten en chiste hablándome en sueco y riéndose de que no consiga entender nada por la combinación de ruido ambiental, acento del norte y bajo tono que gastan por estas latitudes, me jode morirme del sueño en el desk y no levantar el párpado ni tras 30 cafés. Salir y que llueva... Sin ganas de correr.
Pero decidí no deprimirme y es lo que menos pienso hacer pues millones de cosas geniales ocurren cada día.
Como Eva Settling, la dulce secretaria que solía sentarse a mi lado y se prejubilará en 15 días, mi razón para aprender sueco, el sol que alumbraba mi mesa en la antigua oficina, que ha venido de visita y me ha dejado un cariñoso mail :) Como recoger mi tarjeta de la biblioteca, como saber que si todo va bien, pronto llegará mi iPhone 3GS de Hong Kong, en la maleta del casero que viene a cerrar el trato sobre el Palacio Blanco. Como hablar con Agustí de lo que mola la Flaix FM por lo que recuerda a mis noches en E'paña. Como aprovechar la lluvia y el cansancio para cocinar, dirigirme a por inspiración al súper y encontrar Tabasco Habanero, perfecto para cocinar una langosta a la plancha, con salsa especialmente picante - si alguien quiere la receta, que la pida. Como ver mi artículo finalmente publicado y poner mi granito en la nueva web del fashion babyque criamos entre todos.
Puede que sean pequeñas cosas, pero dan sentido a mi vida. Como mirar las fotos de aquella última tarde noche loca que pasamos juntas mi hermana y yo. Salí de Menorca al amanecer, aterricé en Barna y pillé el AVE, para llegar a Zaragoza, firmar papeles en el banco y hacerme un Kérathermie - porque una vez al año, no hace daño - durante tres largas horas en las que me dormí varias veces. De allí a la cera, cual cisne pelado de la belleza... Terminando con manchurrón en todo el vestido - G E N I A L oO. Pero nada importa con una botella de vino en el bolso, de camino a una merecida copa y cena con mi hermana, con Carlitos y Rubén, siempre dispuestos a acogernos. Perfecto colofón de las vacaciones de las vacaciones, no?
Cuando fue hora de largarse, pues los niños trabajan, nos pasamos por mi casa - que para una vez que salgo... No es plan de hacerlo de plano y con el vestido sucio - y pillamos - para desgracia de la pobre Vero - el transporte público hasta la morada de la dulce Vir.
Posados pactados en el portal.
Indignada en Mercedes rojo.
Encantada con la tarjetica.
Más risas, más pinturetes de la mano de Álvaro... Hasta que estuvimos suficientemente enjoyadas y listas, como para largarnos a otra fiesta.
Vaya ojo eh?
Preparty chez Virgi.
El marido.
Mi gente.
Y... Enrique me manda a dormir.
Pues con los buenos recuerdos, con el sabor dulce, con la calma y la alegría de la que me llenó aquella noche, me quedo. La fiesta, los tacones y las poses no importan una mierda. Lo único que queda son las risas, los abrazos y el amor sincero de aquellos que te conocen bien, te quieren y respetan como eres, te entienden y apoyan aunque no siempre estén 100% de acuerdo. Ojalá... Estuvierais aquí.
Pero como Dani siempre me dijo, nada puede ser perfecto, así que aprende a vivir con ese 10% que falla. Sabes? Yo siempre fui una soñadora y por eso, te digo que mi próxima estación es Esperanza concretamente, el 18 de Septiembre.
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