Todavía guardaba la muestra que me regaló el amable dependiente de la increíble tienda en Bond St. a buen recaudo, junto a uno de los recuerdos olfativos más alucinantes que he experimentado jamás. Casualidades de la vida, dejarte caer en NK para protegerte del frío y la lluvia y terminar frente al stand de Bond, esta vez i Stk ^_^
Ni qué decir tiene que me he rociado entera porque soñar, no cuesta dinero. Embadurnada en esa neblina mágica y algo más relajada tras el paseo, he aterrizado en casa, a la misma hora que siempre. Con menos ilusiones laborales (leer que, de nuevo, casi 1000 personas se van a la calle de ERICSSON pone la carne de gallina) he conseguido aparcar las frustraciones que te genera el verte inmerso en un proyecto, donde una mala decisión "de arriba" puede terminar con todo tu trabajo y esfuerzo de estos meses en una puta papelera. Qué le vamos a hacer, así funcionan las cosas aquí.
Me voy a soñar con jazmín, vainilla y patchouli...
Good nuit de Noho!
PS: Bond Street es una de las maravillosas calles del NoHo (NOrth of HOuston St.) que, entre otras cosas, bautiza a una de las casas de perfumería más artsy de la escena actual.
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