Dejar que Enrique se vaya a trabajar. Levantarte a las 11. Somnolienta y sin hambre, enchufarte dos soperas de Kakao. Salir a correr bajo la lluvia, con las piernas todavía doloridas de ayer. Acabar mi vuelta con una mascarilla en la sauna de SATS. Para hablar con mi accidentada que se recupera en tiempo récord - ya sin collarín, Leti vuelve a girar el cuello. Volver al Akki y pedir mi favorito - ikaNori sallad. No sé, ha sido genial volver a ver a Mr.Slut - un camarero muy gracioso del minúsculo sushiställe que hace una X con los brazos cuando pides algo que está slut - terminado. Porque Akki, además de el restaurante de sushi más antiguo de la ciudad, es el señuelo que me dice que estoy en casa. Cuando vuelvo de viaje, el pestazo a soja que me golpea cuando subo las escaleras del metro en Medborgarplatsen, se convierte en un Välkommen Hem!!! sumamente especial. Como un mensaje secreto, invisible para los demás pero relevante a nuestros ojos.
Verduras a la plancha revueltas con kilos de ruccola y los rollitos, para dar un toque exótico al lunch sabadero :P Por cierto, para tod@s a l@s que les atrae el rollo sushi pero pasan de comer arroces, bien sea por motivos calóricos o de bloqueo intestinal: Hay esperanza!!! Cambiad el arroz por iceberg cortada muy finita y listo :D
Podría quedarme limpiando y taggeando todos los éxitos de La Voice con mi adquisición del día - Shazam - pero... Va a ser que no. Me voy a poner dos pingos y voy a salir al encuentro de mis hombres i stan, el hetero y el gay, a ver qué hacemos.
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