De vuelta en la oscuridad, con los discos de la última vértebra (o como sea) pinzándome el nervio ciático. Duele al andar, duele al tropezarme, duele al estar sentada, duele al estar de pie. No descanso, no duermo bien, no me concentro, no paro de comer.
Ya no oigo cómo mi cuerpo me habla. Su vocecilla se pierde en la ruidosa vuelta al cole sueca. No me gusta sentirme así. No voy a permitir que vaya a peor. No sin luchar. Por eso, me he plantado esta mañana en la consulta del chiropractor que me ha calmado con unos estiramientos y recomendaciones posturales. No moriré, pero tampoco se me pasará en tres días tomando pastillas. Así que a seguir moviéndome y estirando a lo culebrilla.
Mi maltrecha paz interior intenta recuperarse de sus ataques ansiolíticamente azucarados y las hinchazones abdominales que de ellos derivan, a través de un plan de ejercicio/comida equilibrada. Todos sabemos lo que apestan las cantinas de comer en Kista, el complejo industrial donde trabajamos todos, con lo que siempre termino hinchándome a verduras - no hay manera de encontrar un maravilloso calamar a la plancha, con lo que abundan en Grecia :P - aunque eso, sólo sea una pequeña parte de lo que una persona necesita. Así que voy a aprovechar la riqueza culinaria que me rodea (en versión take-away, obviamente) para llenar mis mediodías de delicias orientales, ya sean japonesas, thais o indias - léase Akki, Orkidé & Shanti que se cuecen a la vuelta de la esquina.
Nutrirse es una mínima parte - a mi modo de ver, la menos importante, de lo que un ser humano necesita. Como ando temporalmente alejada de grandes esfuerzos, se me ha presentado la oportunidad dorada de empezar con el Yoga. Con ese monitor con gafas de Tom Ford y cuerpo de Cristiano no hay quien abandone la clase, por idiota que parezcas al no enterarte de la mitad de lo que dice en sus rápidas explicaciones de las diversas posturas. En fin, que entre el guerrero A y el saludo al sol B, nos ha hecho sentarnos, respirar hondo, aguantar el aire y visualizar... Aquello por lo que dar gracias.
Os tenía en mente. Constantemente. Alumbrándome, calentándome más que el sol del sábado tarde. Corto pero intenso, como en casa, en ninguna parte. Siempre os lo dije, me costó 20 años encontraros pero no habrá nada ni nadie que os pueda reemplazar. Como si el tiempo no pasara, seguimos siendo los mismos. Confianza. Cariño. Paz interior. Amor de hermanas. Gracias por poner la primera piedra en el camino de vuelta, por orientar mis pasos en la dirección adecuada, por llenarme de amor y darme la capacidad de perdonar, de olvidar a quien tanto daño hace. Hay personas que no cambiarán, que probablemente nunca serán conscientes de lo desgraciadas que son, de la desdicha que han sembrado en su entorno. No te lamentes, ni malgastes tiempo en casos perdidos, céntrate en dar gracias y disfrutar de las bendiciones con las que todo sufrimiento se ve compensado. Todo ocurre por una razón y las acciones, terminan volviendo por triplicado.
5 comments
¿no tendrás intolerancia al gluten? a veces la tripa se incha por eso, y a mucha gente tardan en diagnosticarla muuuchos años (tengo una amiga que la diagnosticaron hace poco y tiene 31), y tb tienen muchos problemas con la mayoría de los alimentos.
Espero que no te moleste mi comentario.
Un besín, y a ver si te encuentras bien pronto.
Que morenaza estás niña !!!!!!!!!
Espero que se te pase el dolor ciático pronto ...
Yo en septiembre empiezo gym otra vez, y yoga, lo necesito ...
Quería empezar ahora, pero con este calor ... imposible meterse en el gym, y las clases de yoga, están a tope ahora en agosto con toda la gente que viene de fuera a veranear.
Un beso guapi !
Pero cómo me voy a enfadar??? Siempre es bueno probar cosas nuevas para ver si te ayudan (y adoptarlas) o no (y moverte a algo diferente sabiendo que, eso, no era) sin embargo, no creo que sea ese mi problema ya qur no como casi pan - últimamente algo más, pero tampoco mucho - ni pasta. La intolerancia se enfrenta evitando esos alimentos, verdad? Empiezo a pensar que la mìa es a la lactosa... Que yogur si que tomo mucho y no sè cómo de bien me va.,..
Clau, a mí me han detectado la intolerancia a la lactosa a los veintimuchos. Pero el yogur es precisamente lo que menos daño hace. Lo peor es la leche y el queso (sobre todo este último). Por probar a eliminar los lácteos un tiempo y ver cómo reaccionas no te va a pasar nada, pero el yogur contiene una cantidad muy pequeña de lactosa que a la inmensa mayoría de intolerantes no llega a afectar.
Un beso.
La verdad es que solo tomo yogur. Dejé la leche hace más de 15 años, me sentaba muy mal por las mañanas, se me agriaba... No era para mí. Del queso paso. Así wue nos queda el gluten como principal sospechoso...
Post a Comment