Warm & sunny, just the way I like it.
- Tienes alergia a algo?
- Hmm… Al polen y al H2Cr2O7 (dicromato potásico) que es una sal con la que curten el cuero.
- Así que el Cromo. No crees que llevar un pedazo de acero inoxidable en la lengua podría ser una mala idea?
Fin de la historia. Tras 14 años agujereada, he plantado los hierros en el fondo del cajón. Soñando con que fueran la causa de todos los males, con que la medicina alternativa funcione bien conmigo y con que este verano de ensueño deje mis pesadillas atrás.
Estoy harta de ser este foco despreciable de negatividad. Siempre he tendido al exceso de realismo - negatividad, aunque últimamente, andaba mucho mejor. Hasta el día en que todo empezó a fallar, en el que me convertí en marioneta de mi rollercoaster hormonal.
A menudo, pienso en la complejidad humana. Las interdependencias entre las emociones, los balances químicos y el entorno que nos rodea. En cómo mi percepción del mundo se ve alterada por un clima extremo, en lo feliz que me hace el sol, lo libre que me siento al aire libre y el drama que sigue a una noche de insomnio.
En Suecia, se habla mucho de la baja por enfermedad. Todo aquel que parezca no remontar, termina despreciado en la sociedad actual, donde los trastornos mentales son un signo de debilidad. Irónicamente, no creo que exista ningún mal completamente mental. Pues si bien somos dueños de nuestro destino, es innegable que la raíz del problema subyace en un desequilibrio interno, en un cuerpo confundido en un nivel superior. El stress o una carencia vitamínica pueden iniciar el círculo vicioso, que te hunde a base de girar. A algunos les salen úlceras, otras pierden el período, hay quien adelgaza y a quien le da por vomitar. Cuanto peor te sientes, más ansiedad. Cuantos más nervios haces, peor te va.
Romperlo para volver a respirar en paz. Seguir caminando, hasta dejarlo todo atrás.
2 comments
Pues sí, yo soy de las que creo que el estado físico depende del anímico, es por eso que siempre intento estar cargada de energía positiva y oye... parece que me funciona porque rara vez me pongo enferma!
Así que... take calm & carry on!
Me he enamorado del vestidito blanco que llevas en tu anterior entrada, cuando estás comiendo con Enrique... de dónde es??
Besitos guapa
La verdad es que eres una fuente de inspiración, siempre alegre :) El vestido es de ZARA, del invierno pasado. De hecho tuve mucha suerte, porque mi madre me lo compró en España y me lo trajo cuando vino para el Pilar.
Allí costaba como 69€ (que se quedan en 600:- o menos) y aquí, eran 1000:- (que son como 110€) así que fíjate qué ahorro!
A mí también me gusta mucho, es que los encajes… Me pierden!!!
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