España, a domicilio.
En Tokyo, la gente trabaja, se pasa la vida en el transporte público y reside en un piso minúsculo, donde la cocina no llega para cocinar grandes cosas. De ahí, que sea más barato comer fuera que cocinar en casa y que los buzones se llenen de panfletos ofreciendo comida a domicilio de todo tipo.
Los japoneses, que son grandes gourmets, adoran la comida española.
Por mucho que parezca que son sólo cuatro nerds los obsesionados con el flamenco, no es así, para nada. Prueba de ello es el Carbonell, que está disponible en cualquier supermercado a un precio más que competitivo, así como VIVA Paella que te obsequia con unas delicias mediterráneas en el salón de tu casa.
Está claro que lo probaremos, para la próxima cena con amigos. Porque pase lo que pase, seguimos estando muy orgullosos de nuestros orígenes, de ser españoles, generosos, hospitalarios, alegres y laid back. De que la gente se sienta cómoda en nuestra casa y a nosotros, lo que más nos alegre, sea tenerla llena de otros con quien disfrutar.
Aunque no seamos los más geniales del mundo en industria ni en orden, está claro que somos los números 1 en generar felicidad. Los lazos familiares, la amistad y el invitar sin más, son grandes rasgos de nuestra sociedad. Algo de lo que estar orgullosos, un gran bien que exportar.
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