
En este estado quedó nuestro balcón, tras el tifón.
Los cascotes blancos del suelo eran antes parte del panel separador entre nuestra galería y la del vecino. Queda confirmado que los vientos de 250km/h no eran una exageración, porque la madera es bastante recia (a juzgar por lo que pesa) y aún así…
PS: Aventuras en Tokyo, a diario en instagram - @dontplayahate
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