Shibuya crossing, Sunday 14:00.
My amigo José siempre me obsequia con sabias palabras: "La gente dice que se estresa entre tanta gente, pero a mí las grandes ciudades como Tokyo o Bangkok, me resultan muy relajadas".
Quizás sea la baja criminalidad o lo educados que son los Japoneses, pero el caso es que entiendo muy bien a lo que se refiere. Todos nos movemos ordenadamente, sin agobiar a los demás. Respetando el espacio personal y sin agobios, de que te quiten el iPhone de la mano.
Si en Estocolmo, mi actividad favorita era andar alrededor de Södermalm; en Tokyo, lo que más me gusta es andar por Shibuya. Desde Ebisu hasta Yoyogi y la vuelta, por Daikanyama o Naka-Meguro.
Supongo que es algo muy simple, muy monótono y aburrido. Pero a mí me divierte, pasar por la Cat Street antes de que hayan abierto las tiendas, ver photoshoots o colas ante las inminentes inauguraciones, que a veces me entrevisten en la tele o cruzarme con festivales de baile, gente disfrazada, rockabillies, adolescentes y hasta perros en monopatín.
Tokyo no tiene "un centro" definido, sino muchas ciudades con carácter propio (Ginza, Roppongi, Shinjuku, Ikebukuro, Odaiba...) que merece la pena explorar. Aunque si sólo tuvieras una hora en la ciudad, mi recomendación sería clara: Shibuya. Porque captura el lado joven, colorido, energético de esta sociedad. El que esperas como extranjeros, el que has visto en el documental, el que hace sonreír, el que dan ganas de recordar.
Supongo que es algo muy simple, muy monótono y aburrido. Pero a mí me divierte, pasar por la Cat Street antes de que hayan abierto las tiendas, ver photoshoots o colas ante las inminentes inauguraciones, que a veces me entrevisten en la tele o cruzarme con festivales de baile, gente disfrazada, rockabillies, adolescentes y hasta perros en monopatín.
Tokyo no tiene "un centro" definido, sino muchas ciudades con carácter propio (Ginza, Roppongi, Shinjuku, Ikebukuro, Odaiba...) que merece la pena explorar. Aunque si sólo tuvieras una hora en la ciudad, mi recomendación sería clara: Shibuya. Porque captura el lado joven, colorido, energético de esta sociedad. El que esperas como extranjeros, el que has visto en el documental, el que hace sonreír, el que dan ganas de recordar.
Desde Naka-Meguro hasta Yoyogi, pasando por Ebisu, Daikanyama, Omotesando y el famoso crossing. Shibuya es lo mejor de Tokyo. Así que aquí os dejo, con un paseo por mis rincones favoritos (todos ellos gratis, by the way).
Evidentemente, voy muy contenta.
Puedo ver a gatitos bebé, en WAN Pet Shop.
Y también rockabilly a la entrada de Yoyogi 「代々木」
Hay adolescentes animando el cotarro, ya sea emparejados o ensayando algún tipo de coreografía, del último éxito K-POP.
Y de vez en cuando, tenemos extraños visitantes. Como estos suricatos domésticos, el perro con monopatín o una niña con un águila en la mano.
Rosas por el camino.
Tambores brasileños.
Y las hojas del otoño, que ofrecen una atractiva paleta en la que inspirarse.
Pero la estrella del día es, sin ninguna duda, el Dog Run. Que ya hemos visitado alguna vez, con perros disfrazados o con gafas de sol. Es como el Roppongi de los perros, donde el postrero se lleva tanto como el sexo al aire libre.
Hermanos de correa.
Sex, sex, sex on the tree.
Otro vestido de patito...
...y un total look jean.
Nos vamos a casa, acelerando por el río Meguro, un sitio maravilloso, donde ver los cerezos en primavera. Irónicamente este Domingo, tuve un gran drama. Al llegar a casa, no tenía ni mis llaves, ni mi suica. Aparentemente, se me olvidó cerrar la cremallera del chubasquero y las perdí. Imaginad el drama de perder el commuter pass (unos 300€) y la llave de casa (otros 300€).
Enrique dio una vuelta por mi ruta, sin demasiada suerte. Tras la ducha, me dirigí al Koban (que es la mini-comisaría de policía que hay a casa 500m en Tokyo) de Meiji-Dori y les enseñé la llave de repuesto. Cuando el señor comisario se metió y empezó a rebuscar entre los mini-locker, no me lo podía creer... Mi llave estaba allí! :_D Tras rellenar un report de pérdida, llamó por teléfono al Koban de la estación de Ebisu, con tan buena suerte que... Mi suica estaba allí! :__D
Sin dar crédito todavía, se quedó todo en un susto. Prueba de que la buenas personas abundan, especialmente, en esta sociedad.
No me dejaron ver los nombres de los desconocidos que había llevado mis pertenencias a la comisaría, pero desde aquí, ありがとうございました!
No comments
Post a Comment