Mälarpaviljongen consta de un café y un pabellón, que datan de 1943 y posteriormente fueron expandidos con plataformas flotantes a través de las que se incrementó el aforo máximo y con ello, el número de afortunados que disfrutan de una tarde de verano sobre el lago Mälaren.
Malärpaviljongen es un sitio tan popular en el verano de Estocolmo, que roza lo ridículo. Cuando ves al millonario, que acaba de aparcar el yate en el amarradero, devorar una hamburguesa de 30€ con el plato apoyado sobre sus rodillas. Y encima, agradecido. Porque no hay nada más emocionante que un uterservering desde el que observar una de las mejores puestas de sol de la ciudad - aunque a veces, sea complicado encontrar un hueco donde sentarte y otras, haga falta manta para no quedarte helado.
Este sitio triunfa porque todos lo terminamos asociando a los momentos cumbre del verano. A los amigos, que todavía siguen en la ciudad. A lo buena que es la cocina sueca, cuando la preparan bien de verdad. Pese a que la falta de luz hiciera que nuestras fotos salieran un pelo movidas, os dejo unos snapshots del instagram de Malärpaviljongen que hablan por sí mismos (hamburguesas, de carne o de halloumi para los vegetarianos; skagen para los adictos a las gambas; ensaladas con diversos twist).

Hace 8 años, conocí a Agustí.
Desde el primer día en Estocolmo, se convirtió en mi amigo, mi compañero de fiestas y salvavidas en diversos sentidos, desde encontrarme una bombilla hasta ayudarme con las prácticas de Java. Luego vendría Maria Elena, que vivía al otro lado de la ciudad, pero estaba destinada a encontrarlo. Me pena, el habernos perdido su boda (por aquello de estar en Japón) pero siempre es genial, escuchar sus historias y volvernos a juntar.
Supongo que ellos han llevado una vida muy parecida a la mía y por eso, entienden como me siento, al respecto de mudanzas, de vivir a Suecia y de todo lo demás. De ahí que sonría tanto, como hace cualquiera, cuando se reencuentra con sus amigos de verdad.
Mälarpaviljongen [WEB]
No comments
Post a Comment