Como dejamos claro en la primera parte del paseo por Estocolmo, nos encanta caminar y creemos que es la mejor forma de explorar una nueva ciudad. Así que continuamos donde lo dejamos en la primera parte del tour, caminando por encima del Västerbron, cruzando el Lago Mälaren (que viene siendo un entrante del mar Báltico en la ciudad) hasta Kungsholmen, que es una de las islas principales en Estocolmo. Allí residen muchos seres ilustres, como la Princesa o nuetsros amigos Agustí y Maria Elena. Un paseo por la orilla del lago, ofrece vistas magníficas de Södermalm y termina en uno de los mayores monumentos de la ciudad: El Ayuntamiento.
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Mariahissen, es el edificio que veía cada mañana desde el Pendeltåg al ir a trabajar y cada tarde, desde la acera al salir a correr o andar. Construido en 1885, enladrillado y con esos tejados puntiagudos que tanto me hacen soñar, no puedo evitar derramar una lagrimica al verlo, en ese preciso momento en que el tren llega a Södermalm. Literalmente, hissen significa "el ascensor", nombre que viene de la función original del edificio, que era acarrear pasajeros del nivel del agua en la bahía de Riddarfjärden, a la montaña de Maria, donde termina el edificio.
Stadshuset data de 1900. Esa maravillosa construcción de ladrillo rojo, culminada en oro y rodeada de azul & verde, es uno de los emblemas de Estocolmo. Puede que a veces esté demasiado lleno (ya que es parada obligada de todos los grupos turísticos) pero siempre merece la pena dejarse caer, respirar bien hondo, mirar al Mariahissen (mi edificio favorito) y sentirte en la Venecia del Norte.
De vistazos robados, pasamos al corazón de la ciudad. T-Centralen puede que no sea lo más pintoresco, pero es indudablemente el centro geográfico de la ciudad. Unos pasos al Este, nos conducen a Kungsträdgården (que en algunas guías se describe como una especie de Versailles, pero al estilo Nórdico - o sea, mucho más austero) donde suele haber muchos eventos callejeros, especialmente en los fines de semana de Verano.
Seguir caminando hacia el Este nos conduce hasta Strandvägen, una grandiosa avenida con muchos yates a un lado y residencias de lujo que datan de 1900, tras la alameda. El camino termina en un puente y un lounge muy cool, Strandbryggan. Entrar en Djurgården es como sumergirte en un mundo de cuento. Casitas, vegetación, museos que parecen sacados de otras épocas o de Harry Potter. Con esto y un tranvía hasta T-Centralen (donde enganchar con el metro) termina nuestra ruta. Espero que os haya gustado y que pronto, tengáis oportunidad de recorrer nuestros pasos :)
Aunque el Nordiska Museet parezca una Catedral (o escuela de Harry Potter, según quien lo admire) se comenzó como objetivo de deslumbrar al mundo, en la Expo de 1897. No se terminaría hasta 1907, pero queda claro, que el esfuerzo mereció la pena.
El día termina en Sergels Torg, la plaza central de Estocolmo que lleva el nombre del escultor del siglo XVII Johan Tobias Sergel, cuyo taller estaba cerca de la plaza que data de los años 60. Es curioso que al monolito, le costara unos cuantos años más llegar a su sitio (por problemas técnicos) aunque según dicen las malas lenguas, nunca llegó a ser tan espectacular como brillaba en la mente de Edvin Öhrström, su arquitecto.
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