Siempre me quejé del frío, del coñazo que es la nieve, de los resbalones y las manos adormecidas. Sin embargo, el domingo me quedé dormida pensando en todo lo contrario -
Qué vamos a hacer cuando la nieve se funda y los lagos dejen de ser "patinables"? Three weekends in a row and still rocking as the first one...
No vamos de compras, no salimos a cenar, no hay fiesta en la que quemar la noche.
Sólo paz en el eterno blanco, desconexión del entresemana - entendido como el centro comercial frente a mi ventana de la oficina, sedentarismo y las pantallas que nos rodean constantemente - que torna en actividad al aire fresco. No sé, pero me siento mejor que nunca.
Ayer, el llegar a casa demasiado tarde para ir al gym se convirtió en mi primera carrera en torno a Söder, algo más lenta - por eso de desplazarme sobre la arena que cubre esa perenne capa de hielo - pero también más refrescante. Pequeños pasos, tan lentos como seguros, que me guiaban en la noche, con la única luz que iluminaba el camino proviniendo del reflejo en la nieve que cubre el lago helado.
Västerbron, uno de los puentes más altos de la ciudad, que une Södermalm con Kungsholmen, vigila el final de mi vuelta. Al pasar a su lado, siempre recuerdo a todos a los que quiero, que han venido de visita y a los que he llevado a través de él. La vista es impresionante, el viento sopla, tanto... Que consigue ahogar los gritos de los muchos que se suicidan desde él.
Es gracioso. Cuando cruzas El Puente de la Unión que une mi barrio con el de al lado ves flores. Ramos que recuerdan a los estampados en el mismo. Víctimas inocentes de la fatalidad en las carreteras. En cambio, mi querido Västerbron, anda lleno de candados repartidos por la barandilla.
Al ver la verja tan separada de la carretera, por una gruesa barrera de cemento, intuyes que no se trata del mismo problema... Pero se queda en elucubraciones, hasta que el periódico reporta la preocupación del ayuntamiento, que viene a gastarse unos 5 millones de € al año, a consecuencia de todos los självmordhoppare - kamikazes.
Västerbron no es más que otra prueba de la bajeza humana. Cuanto más tenemos, más nos quejamos. Una economía de extremo bienestar termina por intoxicar, dejarnos vacíos - por habérnoslo dado todo sin demasiado esfuerzo - y dar motivos de tristeza donde no los hay.
Una barandilla más alta... Arreglado? Los problemas no se resuelven afrontando las consecuencias, sino buscando una respuesta a sus causas. No sé bien dónde está la raíz de tanta inseguridad que parece crecer en este vacío abundante. Lo tienen todo - material y socialmente hablando - pero no consiguen ser felices. Probablemente el equilibrio perfecto sea una falacia y debamos conformarnos con esos momentos de paz, que son tan pocos como vitales.
Acabo de llegar del cine. Snabba Cash. Basada en un libro de Jens Lapidus - Stieg Larsson II - relata la historia de quien soñando con convertirse en quién no es, se mete en negocios sucios para conseguir dinero rápido con el que no desentonar en la sociedad pija engominada que puebla Stureplan y la universidad donde estudia, Handelshögskolan (Stockholm's School of Economics). No acepta de dónde viene, no se conforma pero se pasa la vida disfrazado, almidonando camisas en la humildad de su habitación de corridor. Como era de esperar, el dinero desenfrenado, las noches blancas en VIP parties no conducen a la felicidad, sino al vacío de quien pierde la noción de quién es, de quién esconde lo que hace... Para terminar soñando con esa vida normal que todas esas ambiciones dejaron atrás.
Sin ser una obra maestra, me ha hecho pasar un buen rato reconociendo rincones de la ciudad en la gran pantalla de Rigoletto, de eso se trata al final, no?
PS: Vuestros comentarios me han hecho reflexionar. Así que, de verdad, gracias. Gracias por compartir, por contestar, por dar el sentido a lo que a veces parece carecer de ello :'D
1 comment
Ha sido una grata sorpresa hallar tu blog. Estuve un añito de erasmus por cerquita de Estocolmo, y obviamente, todo lo que suena a sueco captura mi atención instantáneamente.
Un placer leer tus peripecias y las de tu novio por esas latitudes.
Muchos ánimos y si en ciertas ocasiones te encuentres de bajón o te plantees el "que coño hago yo aquí" que sepas que estas viviendo algo que quizás algunos llegamos a plantearnos pero, que por falta de arrojo, jamás llegamos a realizarlo.
Te seguiré leyendo, saludos compatriota maña!
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