Day 1: Bangkok JetLag

Salía más barato, así que volamos hasta Bangkok con Aeroflot. Escala en el tercermundista aeropuerto de Moscú, único en el mundo por tener más DUTY FREE que pantallas, por la bordería de sus empleados y por esa megafonía que no se traduce al inglés.

3h de vuelo hasta allí, 4h de escala, 10h de Moscú hasta Bangkok. Amanecer en Thailandia. A 30C. Bajar del avión, meter el abrigo de invierno en la maleta, desayunar el mango más dulce de tu vida y sonreír a ese sol que tanto has echado en falta. De repente es verano. Te deshaces de la ropa de abrigo y te diriges a explorar la ciudad.

Supongo que todos los adictos a españoles por el mundo tenéis una idea de cómo es. Las señoras machacando papaya y chili en la calle, las barbacoas, las frutas. El griterío, la polución, el avanzar 5m cada 10min, el agobio húmedo, el calor. La gente que bebe constantemente de pajitas insertadas en latas, botellas, smoothies o bolsas con granizado. Explorar un centro comercial dedicado única y exclusivamente a los gadgets y volver al hotel.

A por una ducha que te deje suficientemente decente como para visitar a tu primer buda, que sin ser pequeño, anda lleno de magia. Emprendimos el paso, a lo largo de Ratchadamri, esa calle que unía nuestro hotel con Lumphini Park, la mayor zona verde de Bangkok - y la menos agobiante, a juzgar por las experiencias. La calle donde, irónicamente, terminaría todo de golpe una semana después.

Lumphini Park muestra, además de una vegetación exhuberante que rodea un lago de ensueño, animales salvajes que nunca soñarías encontrar... Como ese cocodrilo de casi 1m que retozaba al sol casi tanto como nosotros - sí, evidentemente, tenía fotos del mismo.

Caminamos, hasta perdernos en Chinatown. Caminamos, hasta darnos cuenta de que no había manera de llegar a tiempo al templo. Caminamos, hasta que decidimos saltar en el TukTuk y acelerar hasta Wat Pho.



Wat Pho es el segundo templo que merece la pena ver, de acuerdo con Lonely Planet. Con su buda reclinado de 46m de largo por 15m de alto chapado en oro, supone una buena forma de comenzar la ruta budista en este país con un 95% de practicantes. Descalzarte. Hacer el Wai. Escuchar cánticos. Sonreir a los monjes. Alucinar con las orquídeas que florecen por las esquinas.

Aquí un chedi (stupa), que contiene reliquias Budistas.

Guardianes de las puertas que separan distintas partes del templo.

... de los gatitos mimosos que conviven con los monjes no he encontrado fotos, pero también los hay...

Tras el templo, empezaba a hacerse de noche. Muy desorientados y algo cansados, decidimos que lo mejor... Sería explorar MBK, otro centro comercial masivo y...

Por qué no? Cenar en la torre más alta del país: Baiyoke (304m).

Night in the City of Angels...

Curiosidad. Bangkok es la ciudad con el nombre más largo además de una de las más pobladas del mundo (unos 7 millones en la ciudad y casi 12 en el área metropolitana): "Ciudad de ángeles, la gran ciudad, la ciudad de joya eterna, la ciudad impenetrable del dios Indra, la magnífica capital del mundo dotada con nueve gemas preciosas, la ciudad feliz, que abunda en un colosal Palacio Real que se asemeja al domicilio divino donde reinan los dioses reencarnados, una ciudad brindada por Indra y construida por Vishnukam"