Justo frente a la parada de autobús donde me despedía de Calle (y toda su familia) hace aproximadamente un mes, hay un barco del Kustbevakning - guardacostas - abierto al público.
Es divertido recorrer los pasadizos, observar las cosas que usan o su día a día, entre sillas atornilladas al suelo y pantallas de radar. De alguna manera vuelves a la infancia, aunque de un modo diferente. Por difícil que sea aparecer el lunes diciendo que "de mayor, quieres ser guardacostas, surcar los mares, salvar a las personas y usar todo tipo de cosas molonas día a día", todos tenemos el poder de cambiar nuestro destino, de desviar el aburrimiento en algo más divertido de encontrar, con un poco de tiempo y muchas ganas, algo que nos haga felices día a día.
A menudo oyes historias. Personas que terminan en oficios que odian, sólo en busca de la estabilidad. Otras veces, te cuentan que por circunstancias, han dejado ese camino, para centrarse en lo que - todos sabíamos - era su vocación desde el principio. Esos días me hacen feliz. Cual una estrella que se posa en su lugar del firmamento. Hay quien vale para enseñar, otros para vender; hay quien paciencia para escuchar, otros diplomacia para negociar, hay quien extrapola soluciones, quien tiene una gran claridad mental. Todos somos diferentes pero, igualmente importantes. Cada uno tiene su lugar, cual engranaje en una máquina mayor, es difícil de reemplazar.
3 comments
Me he sentido muy identificada con lo que escribes...
Tengo un trabajo estable, bien remunerado, envidiado por muchos... pero aburrido, muy aburrido. Me gustaría cambiar radicalmente de trabajo, pero si doy el paso... ¿el próximo me dará estabilidad? ¿Me pagarán suficiente? Mi día a dia se va en una oficina frente al ordenador, en proyectos que no me interesan demasiado. A mis 25 años, no sé si es lo mejor.
Me pregunto si a veces habría que arriesgar más.
Un beso, Irene.
No sé… Supongo que al final es una cuestión de "gut feeling" llegará un momento en el que la cosa mejorará o empeorará hasta hacerse insoportable.
Hace un par de años, me sentí extremadamente perdida y fracasada, pensando que nunca sería feliz en una empresa de Telecom. Ha pasado el tiempo. He encontrado mi sitio. La gente no ha cambiado, pero yo sí he evolucionado. En el último año, además de unos cuantos kg :P, he ganado mucha confianza en mí misma. Afrontar nuevos retos, superarlos y ver cómo impacta. Cuenta. Y mucho.
No sé. Sal a correr. Da un paseo. Cierra los ojos. Pregúntate si es realmente tan malo o si, por el contrario, el problema está en tí. Afrontar las cosas con positividad ayuda a cambiar nuestra percepción de ellas.
Pero ojo. Si, tras mucho intentarlo, no consigues que mejore la cosa. Abandona. Arriésgate. Busca otro camino. La vida son cuatro días y no merece la pena pasarse tres llorando. A la definitiva, la seguridad es un espejismo y a todos, nos puede llegar el "paquete compensatorio temido"
Un beso y ánimo.
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