Siempre oyes, viajar es caro. Corrección, los billetes de avión son caros. El dinero que te gastes a partir de ahí, depende TOTALMENTE de lo aventurado, abierto o comodón que seas.
De acuerdo, podría decirse que los que vivimos en Estocolmo vemos las cosas de otra manera (sigue el link para comprobar que Tokyo es un poco mas caro que Seoul, pero Estocolmo no tiene nada que envidiar) pero, en general, todo depende de las expectativas.
Gracias a viajar por trabajo tuve la oportunidad de visitar restaurantes de lujo (en los que, evidentemente, fui invitada por mi amable host) así como VIP rooms de oficinas o restaurantes donde el entorno no es tan increíble como la comida. Aquí viene la comparativa de precios/entornos, para que os hagáis una idea del abanico que va desde el lujo asiático dentro del Renaissance, hasta el escondido agujero donde van los locales. Puede que no sea tan bonito, pero lo sirven con amor.
1) Luxury++: Business dinner
Los koreans que me encontré son peña increíblemente eficiente y seria de día, que pasan a convertirse en gente increíblemente simpática, abierta y divertida al cruzar las puertas de la oficina. Salen a cenar, beben soju, mezclado con cerveza, vino y lo que haga falta. Da igual. Botella de whisky de lujo por aquí, canción de karaoke por allá. Es alucinante, paseas por la calle y ves las licorerías llenas de esas botellas que vienen en caja de madera, forrada con sábanas de seda. Korea es el mayor importador de Whisky del mundo y créeme, que son los B'man los que se lo cascan.
[la cena con bebidas debió de costar un pastón, especialmente por el vino, pero por hacernos una idea, un bibimbap allí salía por 45000W]
En Korea, está mal visto servirte a tí mismo. Si quieres beber, tiene que ser otra persona la que rellene tu copa, pero ojo, sólo cuando esté vacía. Lo mismo aplica para las botellas. Supongo que aquí hicieron una excepción pero en general, se trae una botella para todos (cerveza, soju, vino, da igual) se comparte hasta acabarla y luego, otra. Y otra. Y otra. Pero luego, por alguna extraña razón… Nunca tienen resaca!
Selección de verduritas. Es curioso, pues los cuencos SIEMPRE los tienes ahí, a lo largo de toooda la comida/cena, ya que hay free refill. Que se te acaba, pues viene la camarera y te trae un cuenco nuevo bien relleno.
Delicate jellyfish (sí, medusa)
Unas hojas muy muy caras, envolviendo carne. Cabe resaltar lo MUCHO que les gusta comentar LO CARO que es esto y aquello. Mientras paguen ellos :P
Delicate jellyfish (sí, medusa)
Unas hojas muy muy caras, envolviendo carne. Cabe resaltar lo MUCHO que les gusta comentar LO CARO que es esto y aquello. Mientras paguen ellos :P
2) Luxury +: Business lunch @hotel
Ya vimos alguna foto de bibimbap, no? Bueno, pues la presentación cambia ligeramente dependiendo del entorno. Aunque la idea sea la misma, a fin de cuentas y, a mi juicio, el salmón sobraba bastante.
También hay cuenquitos con side dishes que gozan de free refill. Por alguna extraña razón, no pidieron hojas de lechuga que deberían ser el soporte donde, junto a unos pocos cebollinos, enrollar tu cacho carne just for the record.
Still, so nice. Me pregunto cómo se siente esta gente cuando visitan empresas aquí, en Estocolmo, y se ven atrapados en un área alejada de la ciudad llena de restaurantes que levantarían pesadillas a un niño acostumbrado al comedor del cole (bandejas, colas, ruido, frituritas y piezas no identificadas)
3) Everyday Lux: Korean Barbeque
A quien trabaja duro le gusta relajarse con un buen cacho de carne, cocinado en tu cara y compartido entre amigos. Recuerda mucho al spanish style eso de sentarse todos en torno a algo y picotear de la misma sartén, sin que pase nada. Yo no soy mucho de carnes, pero la experiencia es bastante interesante.
Como podemos observar, las mesas están equipadas con su tubería de gas y unos fogones bastante severos.
También hay cuenquitos con side dishes que gozan de free refill. Por alguna extraña razón, no pidieron hojas de lechuga que deberían ser el soporte donde, junto a unos pocos cebollinos, enrollar tu cacho carne just for the record.
La idea es sencilla. La señorita camarera (camisa naranja) viene con su cacho de grasa y lo pone en la sartén, junto a unos ajillos y cebollas. Luego, aparece con el filetón y ahí lo deja. Cuando empieza a estar listo, vuelve con unas pinzas y unas tijeras, lo corta en cachillos pequeños y lo deja ahí, para que la gente vaya picoteando.
Así pasas la noche. La señorita trae más carne (a 25000W los 150gr), la cocina, la gente picotea, bebe, comenta, brinda… Y vuelta a empezar.
Hasta que se hartan y entonces, viene la fase B: El arroz, que resulta de mezclar todo el juguillo que ha quedado ahí con más verduras y arroz blanco cocido. Cada comensal recibe un cuenquito pequeño.
Y sonríe con agradecimiento a su anfitrión aunque en el fondo, sólo haya una cosa que entre en tu mente en ese momento: Vomitar!
4) Office honor: VIP room @headquarters
Aunque no parezca nada especial, hay algo interesante en la imagen. Todos llevan traje, todos menos uno, que lleva una especie de mono de trabajo. No se trata de un operario sino del ingeniero jefe del equipo de R&D, vamos, que si trabajáramos en Seoul, probablemente llevaríamos una igual :S
Still, so nice. Me pregunto cómo se siente esta gente cuando visitan empresas aquí, en Estocolmo, y se ven atrapados en un área alejada de la ciudad llena de restaurantes que levantarían pesadillas a un niño acostumbrado al comedor del cole (bandejas, colas, ruido, frituritas y piezas no identificadas)
Nice view, huh? La red que se observa en torno al edificio de en frente es, realmente, el límite de un campo de golf. Por mucho que les guste jugar a los altos empresarios, la cruda realidad es que no tienen sitio ni llanuras externas donde practicarlo. Así que construyen estos campos, para practicar dándole a la diana.
5) Teen coolness: Scandinavian Style Kaffe
Toparte con kannelbulle fuera de Suecia es una cosa, encontrarte esta cafetería en la entrada de Doota (meca fashion), como si fuera la octava maravilla del mundo es indescriptible. Dios mío. Precios hinchados, canela por todas partes y hasta semlor. Increíble, pero cierto.
6) Local hangout: Jeongol
Tras una tarde de shopping, Anna me llevó a saciar mi sed de marisco. 16000W por un jeongol - perol para dos, lleno de sepias, mejillones, noodles, verduritas, agua y salsa picante. Lo traen a la mesa crudo, lo colocan en la vitrocerámica central (cuadrado negro que se adivina bajo la gran sartén) y pulsan ON, para que se cocine en tus narices.
Sí, también había platitos pequeños con free refill. Más compartir, más cocinar tú mismo, más ahorro!
Tras haber estado caminando 10h, con todo el jetLag que sufres tu segundo día, te encuentras muerta de hambre, en medio de la noche, sin saber a dónde ir. El restaurante del hotel no es una opción. Podrías comprar algo barato en el Family Mart, pero tienes tanto frío y ganas de probar algo local, que apartas la idea de tu cabeza. Empieza a nevarte encima, se te agota el tiempo. Y recuerdas, los sitios por donde habías pasado por la mañana, llenos de adolescentes de la ciudad. Y piensas, no puede ser caro ni malo. No ver turistas es siempre, una buena señal.
Así que eché a andar. Entre luces apagadas de Domingo tarde. Y como una aparición, vislumbré las fotos enormes plantadas en la calle, afortunadamente iluminadas por detrás.
Tras sacar al camarero fuera y señalar, me senté a ver si conseguía entrar en calor de alguna manera.
Amorosas cocineras y su gran obra...
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