
Hoy es el día de la madre en Estocolmo. Por desgracia, no estamos juntas para celebrarlo como hace un año. Aún así, déjame decirte lo mucho que te añoro y lo incalculablemente valioso que tu apoyo me resulta en mi lucha diaria con la vida adulta.
A veces es soledad, otras stress y la mayoría, que nadie me entiende como tú, mamá. Discutamos en voz alta o nos aliemos en contra del mundo, cada momento contigo es la más absoluta felicidad. Ojalá fueras un poco más pequeña todavía, para llevarte en mi bolsillo y no tenernos que separar nunca más.
Irán pasando los meses, pronto llegará el día en que nos volvamos a juntar. Hasta entonces cuídate mucho, ve al gym, cose, habla por teléfono, esparce el marxismo y sé feliz, sin que nadie te corte las alas. Que los ángeles como tú, tienen todo el derecho a volar.
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