Nunca dejaré de admirar a los hombres anuncio.
Cada mañana, veo al señor haciendo guardia, uniformado, ante el cartel que indica las obras. Está ahí cuando llego a trabajar y sigue ahí cuando me voy, por tarde que sea. De pie. Únicamente alterado por la persona que se acerca ocasionalmente, a la que indica con amabilidad que "para la estación de Shimbashi, a la izquierda" cuando llueve, se pone un chubasquero. Pero jamás se queda en casa. Siempre está ahí, pues su función en la sociedad es igualmente digna que la del hombre anuncio o nuestro VP. Todos hacemos algo, el país sigue adelante. Por lo tanto, esa actividad es algo digno, de lo que estar orgulloso.
Si la individualidad, la autosuficiencia y la paciencia honrada eran lo que más admiraba de la sociedad sueca, el esfuerzo y la buena voluntad es lo que más aprecio (hasta ahora) de los japoneses. Se toman su tiempo, pero lo hacen todo a conciencia, lo mejor que saben, con el mayor detalle, delicadeza y amabilidad.
Te inspiran a superarte. Indirectamente, te enseñan a que todo tu entorno puede estar lleno de detalles mágicos que cuidar, que apreciar y que disfrutar. Desde el perfume en el humidificador USB, hasta el envoltorio de las galletitas, pasando por la reverencia con la que se te entrega tu última adquisición. Japón es el país del refinamiento servicial.
No volveré a caer en el error de comparar.
Nada es perfecto, me enseñó el otro día la de HR. Si me pongo enferma y tengo que quedarme con 40 de fiebre en la cama (eso sí, sin que me lleguen a hospitalizar) cada día en casa será un día de vacaciones que me quitarán. Para que las medidas "anti-crisis" no os caigan tan mal :P acordaos de esos japoneses enmascarillados que van a trabajar (aunque estén fatal). Mis vacaciones se han reducido al 60% de las suecas y evidentemente, mis días se alargam mucho más. Pero bueno, con mi sueldo me llega para pagarme las pedicuras de gel, resultan más asequibles que en Estocolmo. Supongo que es la igualdad social sueca, que asegura un salario mínimo razonablemente elevado a la que "culpar". En fin, lo que me ahorro en los pies, me lo dejo en ZARA (que sale al doble) así que, me quedo como estoy.
Espera... Que no quería comparar :) en fin. Sólo sé que mi secretaria vive en nuestro barrio, por lo que hay esperanza de una vida holgada para el empleado local!
3 comments
Claudia, desde el cariño te digo que lo de hace "muchos años" que estás en el exilio suena a coña. Y no te quito para nada el mérito, te lo has currado. Y puedes dar tu opinión que comparto en muchos puntos, pero sin ese tono aleccionador del que se fue a hacer fortuna a las américas hace 30 años, porque no es el caso.
Me gusta mucho leerte y creo que va a ser super interesante cuando empieces a contar lo que se esconde detrás de esa servicialidad y amabilidad extrema. Cuando conozcas de verdad lo que piensan los japoneses de los extranjeros, cuando intentes conocer japoneses fuera del ámbito laboral, hacer amigos, y cuando veas un poco más allá de lo que hay detrás del rollito gal y el porqué la mujer está tan infravalorada.
Por lo que has contado estais para un año o poco más, hasta ahora sois turistas y vuestras condiciones son un poco irreales, precisamente porque teneis, como aquel que dice, billete de vuelta.
Trabajo en una multinacional y tengo compañeros que vienen a España para estar aquí un año o dos, no me parece que puedan hablar con datos muy reales sobre la sociedad española,no pagan piso y están encantados con el sol, las cañas y las tapas, los españoles son más abiertos y simpáticos que sus paisanos, deberían aprender en su país! poco más.
No seas tan dura con tu tierra que suena muy poco humilde, y es una pena porque de verdad pienso que sí lo eres.
Que no te deslumbren las luces. Cuídate.
Siento que me malinterpretes de esta manera.
Te equivocas. Yo soy empleada local, tengo condiciones de japonesa y si vivo en el piso que le ponen a Enrique, todo lo demás en mi caso es "bastante real". Ni desprecio a España, ni me creo que sé una mierda de esta sociedad.
Cada día estudio japonés, para que la gente se abra a mí de verdad y en algún punto llegue a ver lo que hay detrás. Aunque de todos formas, Tokyo siempre será muy distinto del resto de Japón (igual que Stk es único en Suecia o que Madriz no tiene nada que ver con Zaragoza). De todos modos, creo que la amabilidad japonesa es algo tan natural como la generosidad española. La gente da, invita, acoge, sin esperar nada a cambio.
Así es España y en el ayudarnos unos a otros radica la grandeza del país, la calidez que enamora al extranjero y los lazos familiares que hacen que la gente sea tan feliz.
Eso, lo digo yo desde mi distancia.
Llevo un 20% de mi vida en el extranjero, si de algo no tengo ni idea, es de la vida laboral en España. Pero bueno, me alegra ver que mi empresa apuesta fuerte por el talento del país, que aprovecha la crisis para integrar personal de alta valía y ofrece puestos decentes (o al menos, eso decía el artículo que me ha enviado mi querida mamá).
Esta imagen marca punto y final. Mi objetivo es que la gente que no me conoce tenga algo amable que mirar, que vean que se puede vivir donde sea y que los que nos quieren, sepan que estamos bien.
Las polémicas mejor dejarlas fuera, para quien quiera discutir temas sin contribuir a ningún tipo de mejoría social.
Lo cierto es que sí, hasta ahora yo me siento como un turista. Los fines de semana se siente uno como estando de vacaciones; cada finde un sitio nuevo que visitar. Un turista aventajado, eso sí, que tiene la suerte de tratar con japoneses más de cerca y con mucho mas tiempo para ver las cosas con calma y aprender el idioma y la cultura.
En lo que no estoy de acuerdo es en lo de que tengamos "billete de vuelta". ¿Billete de vuelta a donde? Como dice Claudia hemos pasado todo lo que llevamos de vida laboral fuera de España. En mi caso éste es el tercer país en el que vivo desde que me marché de allí. No se cuanto tiempo vamos a estar aquí o si nos quedaremos para siempre y tampoco se cuál sería nuestro destino en caso de marcharnos, pero lo cierto es que hasta ahora me siento más en casa aquí de lo que me he sentido en 3 años en Suecia, y eso que seguimos pagando una hipoteca allí.
También es cierto que a mí, antes o depués, me gustaría volver a España. Soy optimista por naturaleza y estoy seguro de que la situación allí mejorará, y aunque no lo hiciera las raíces tiran mucho y confío en que no nos moriríamos de hambre . Pero desde luego no lo veo como algo que vaya a pasar en el futuro cercano.
Post a Comment