A diferencia de nosotros, los japoneses no suelen caminar demasiado. La gente de oficina alucina, cuando les cuento que muchos días, regreso caminando desde Shimbashi hasta casa (unos 10km que se hacen fácilmente en menos de 2h). Mi teoría es que, como siempre van en la Yamanote - que circunvala Tokyo - piensan que las distancias físicas son mucho mayores de lo que son en realidad, a pesar del rodeo que implica volver por las calles principales de Aoyama.
Pero lo bueno de esta ciudad es que con tanta gente, nunca te aburres por la calle. Cuando no hay un festival de música, hay gals siendo fotografiadas para Egg, políticos haciendo campaña o gente protestando, por algo escrito en kanjis que no puedes entender.
…la cara que se te queda cuando les ves tocando el tambor, indignados y berreando cosas en las que sólo entiendes las cuatro palabras gramaticalmente necesarias ("wa" que marca el tema de la frase, "o" que marca el objeto directo y "de" que marca la manera de hacer algo).
Efectivamente. Sólo representaban la indignación del pueblo con la forma en la que el Gobierno ha manejado esta crisis.
Cuando estuvimos sopesando los pros y contras de venirnos a Tokyo, el drama nuclear era uno de los grandes argumentos que si bien no nos preocupaba demasiado, causó muchas noches en blanco a nuestros pobres padres. Una vez aquí, recibimos informes semanales que indican que la radiación está bajo los niveles que resultan peligrosos, pero aún así, sería muy inocente creer todo lo que te dicen, tal cual.
Simple.
Qué idiota les diría a los 100 millones de personas que viven apiñados en esta islita "como no salgáis de aquí vais a morir todos de cáncer en menos de 10 años"? La catástrofe de Fukushima, es irónicamente comparable al desempleo en España. Una tragedia que la mayoría no tiene otro remedio que tragar, porque simplemente, no tienen un lugar mejor a donde ir. Su familia, su casa, el único idioma que conocen están ahí. En pie o por los suelos, la única opción es quedarse. Creer en que todo se solucionará y pronto, pasará a ser una pesadilla olvidada en el pasado. Algo que las generaciones futuras no tendrán muy claro si ocurrió o no.
Al igual que Google trata de crear memoria colectiva de la tragedia a través de las imágenes capturadas por sus cámaras, yo intento extender la verdad sobre la España del siglo XXI. Porque la gente de otros países no es consciente de que en ese 20% de desempleo, los que se llevan la peor parte son esos muchos jóvenes sobradamente preparados que no consiguen un trabajo digno en un país de ladrillos y camareros.
Egoísmo del ser humano. Sólo vemos nuestros problemas, porque como diría Ally McBeal, "son míos, con lo cual son los más graves" y obviamos los del otro por verlos algo exagerados.
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