
…is you.
Hoy hace 6 años que nos conocimos. Allí, en aquella discoteca de adolescentes, donde tras tres meses de espera (y gestiones por parte de mi querida Blanca) conseguí que nos presentaran.
La vida da muchas vueltas, dicen por ahí. Para vueltas, las que hemos dado nosotros, diría yo. Pero aquí estamos, casados de repente y quizás, de la mejor manera posible. Sin hacer mucho ruido, con sencillez pero con el encanto de un sol que alumbra a toda esa gente que nos quiere tanto.
Ahora, despertamos bajo el sol naciente cada mañana. Discutimos cuando el cansancio se acumula y somos felices en este mundo paralelo, donde nos hemos convertido en niños de nuevo. Igual que la señorita de La Salle, se quejaba a Ana "porque el niño ya sabía leer" o la del Hilarión, que alucinaba cuando le leía la mágica goma "Mi-lán" Ms.Nakajima flipa con los kanjis que Enrique aprende de su móvil al igual que con mis frases repentinas de "Enrique come tonkatsu con cuchara en Yokohama".
Soy una melancólica, me dice mi madre a veces. Si bien es cierto que me gusta demasiado mirar atrás, también he de afirmar que en mi nueva realidad lo hago lo menos posible. Suena cruel o incluso angustioso, pero no echo en falta el invierno sueco. Que me acostumbrara al frío, no significa que en ningún momento me llegara a gustar. Siempre me dio bastante por ahí el no poderme vestir como una persona. Del daño mental que me causaba la falta de luz solar… No he sido consciente hasta ahora. Cuando tres meses después, afirmo con certeza que éste ha sido el mejor otoño desde que me marché de España - adivinad por qué.
Me gusta esta nueva etapa de nuestra vida. En la que estamos solos, pero nos bastamos para construir un entorno de paz para el otro. Tenemos la rutina de cualquier pareja que convive, pero seguimos planeando cosas nuevas a cada instante. Cada momento puede ser el último y por lo tanto, tenemos que aprovecharlo al máximo. Sin derrochar. Pero disfrutando.
Gracias por darme una oportunidad, por dejarme entrar y por convertirnos en parte de vuestra maravillosa familia. 6 años después, sigo sin ser capaz de imaginar el ser tan infeliz en el que me habría convertido de no tenerte a mi lado. A base de cariño, me has enseñado a quererme un poco más, a creer en mí, a seguir adelante pase lo que pase y a permitirme soñar. Todo es posible, sólo hace falta paciencia. Que el tiempo termina por convertirlo en realidad, siempre y cuando, luches de verdad.
Ha pasado mucho tiempo. Pero no puedo evitar tararear a Mariah cuando pienso en tí.
1 comment
precioso, de lo mejor que has escrito. felicidades a los dos, me alegro mucho por vosotros y que sigáis juntos y felices muchos años más.
Post a Comment