Cuando era pequeñita, me gustaba ver los Jetsons. Esa familia de Hanna Barbera que vivía en el futuro, se desplazaba en cintas transportadoras, levitaba al trabajo y vivía en una recreación espacial de los años 50. Donde la madre se quedaba en casa y el padre se iba al trabajo, a pesar de que eran los robots quienes se encargaban de todo (en ambos sitios).
La vida en Tokyo no es tan futurista como la de los Jetsons, pero en algo, hemos avanzado. No sólo tenemos un microondas que decide por sí mismo cuándo es hora de apagar, un hervidor que mantiene caliente el agua durante la noche (para la felicidad de mi té del desayuno), un regulador de temperatura del agua caliente del grifo, un reloj que programa al suelo radiante o una luz de la entrada que incorpora un sensor, que se dispara con tu mera presencia y se convierte en la cálida bienvenida a casa, tras un largo día de de trabajo.
Además de todo esto, tenemos a Naoto nuestro aspirador robótico. A diferencia de sus primos japoneses, él es más barato e inteligente. Así que cumple realidad el sueño de cualquiera con una casa: pulsar un botón, salir por la puerta y encontrar el suelo impecable al volver a casa tras un largo día de trabajo. No tiene bolsa - tan sólo una cajita de plástico que se desmonta y aclara fácilmente - y funciona también a 240V - con lo que nos lo podremos llevar allá donde vayamos - por no mencionar que es el más listo del mercado. Construye mapas con su láser cada vez que inicia un ciclo de limpieza y sabe volver a su base, con lo que quedarse sin batería a mitad no es problema - vuelve, se recarga y a limpiar más.
Ahora que se acercan las Navidades, quizás os merezca la pena ser prácticos y encargar uno en Amazon, como hicimos nosotros… En fin, más vale una imagen que mil palabras, así que allá va, un video de la estrella de la casa!
2 comments
Cómo mola!!! Le voy a pedir uno a los Reyes...
Pues asegurate de mandar la carta por Amazon :P
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