Jardín Botánico en Meguro. El Shizen Kyoiku (附属自然教育園 ) es un área visitable de 200000m2 donde visitar una biodiversidad apabullante, que lleva unos 600 años encerrada entre los mismos muros. Desde que el antiguo señor de las tierras, Shirokane Choja, decidiera construir una residencia fortificada, el jardín se mantuvo aislado del tiempo y la evolución, dando lugar a un entorno bello y relajante (el puntito gris del puente, soy yo) perfecto para dar un paseo aprovechando los últimos rayos de sol del Domingo.
Me·guro - que significa ojo negro (目黒) es el distrito al sur de Shibuya. Recibe el nombre del ojo negro del que fluye la sabiduría del dios Fudo al que se adora en Otori. Del camino por Toridoki, hablaremos otro día.
Pequeño Budda al que le ofrecen galletitas de las que desayuna Enrique
Muchas estatuas
Omikuji!! Los papeles de la suerte (mala pata) que debes dejar ahí para que se purifiquen o llevarte a casa como amuleto, si acarrean 大吉 (gran suerte) como el que saqué!
Unos pasos más al SE, llegamos a Shinagawa.
El objetivo era sacar los billetes del shinkansen (新幹線) para conseguir asientos reservados cuando vayamos con nuestros padres a Kyoto (京都) pero el caso es que no los venden hasta un mes exactamente antes de la fecha en la que quieres viajar. Creo que todavía no he hablado de ello, pero lo del "reserved seat" es otra de las peculiaridades en Japón. Puedes comprar todos los billetes que quieras, pero nadie te asegura que vayas a ir sentado a no ser que compres el susodicho tipo de billete. Vamos, que es perfectamente posible hacerte de pie un viaje de 3h hasta Osaka, si tienes mala pata.
Al menos el viaje no fue en balde, pues descubrimos otro de los muchos minitemplos con encanto entre las calles de este área residencial, por el que paso cada día con el tren cuando voy y vengo de trabajar.
Estatua con yodarekake, que es el babero sagrado que les colocan a las estatuas los fieles, como muestra de adoración y respeto.
Campana
Banderas
Pagoda
Universidad, sacada de un cuento.
Me relaja pensar en el finde pasado, tras una semana algo más ajetreada de lo normal. Cuando las cosas empiezan a calmarse para mí, se ponen peliagudas para Enrique. Así que, al menos, nos podemos apoyar mutuamente. Supongo que la convivencia es así para todos. Los días entres emana se hacen arduos a veces, pero bueno, ratos más relajadas vendrán. Esforzarte es la única forma de aprender y lo que sabes, termina siendo lo único que nadie te puede quitar.
Así que lo veremos con positividad y mientras tanto… Pensar en que pronto nos vamos a esquiar!
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