Shiseido Parlour, Ginza.

Shiseido Parlour (Ginza), un auténtico ladiesWhoLunch spot.

Aunque la mayoría conocéis Shiseido por sus productos cosméticos, en Tokyo, la experiencia del bienestar pasa del SPA a las papilas gustativas, excitadas por una dulzura excepcional.

Aprovechando mi soltería temporal, Yoko me sacó a pasear por las boutiques más exclusivas (y escondidas) de Ginza. Esos sitios en los que nunca has entrado, pero donde hay millones de cosas que te encantaría comprar. Tanta vuelta entre interiores de ensueño, elegantes conjuntos y hasta ropitas de perro, decidimos parar a tomar algo.

Aunque había pasado muchas veces por delante, la verdad es que nunca había tenido ocasión de entrar. A juzgar por el público, es mandatorio ir con una amiga, parece que los maridos no sean bienvenidos en este refinado café, en el que la porcelana abunda tanto como el marujeo.



Como es normal en Ginza, la tienda ocupa el edificio entero. Comienza por una pastelería (en la planta baja), un café (en el tercero, desde donde contemplábamos la avenida) y un par de restaurantes (en los pisos siguientes).


Yoko, que se puede permitir el homenaje, tomó un parfait de frutos rojos.


…mientras que yo, me relajé con una copa de vino.


Sorpresa! Un ramo superKawaii que alegra la casa en estos días de tranquilidad.


Como os decía, nada más que mujeres ^_^


Shiseido Parlour [MAP]
Ginza, 8−8−3 東京銀座資生堂ビル

Mientras el tifón #17 azota la ciudad al otro lado de la ventana, me sorprende lo rápido que se me ha pasado el fin de semana. Corto pero productivo. Tras mucho pensarlo he tomado una decisión: Me voy a apuntar al gimnasio. En el año que llevo en Japón, por motivos varios (trabajo, mudanza, visitas etc.) el ejercicio ha pasado a un muy segundo plano. Lo cual no ayuda a entrar en mi ropa del pasado invierno, ni a sentirme bien conmigo misma. Así que, aparte de retomar mis sesiones de powerWalking y ejercicios en casa, pienso retomarlo de forma oficial. Tengo ganas de volver a bailar, de coger una rutina de vida real. Porque a los seis meses te cansas de hacer el turista, especialmente yo que necesito una rutina marcada para alcanzar el bienestar. Quizás… Hasta tengo suerte y hago alguna amiga más.