Supongo que ya he dejado muy claro lo mucho que me gusta la pasta de judías, en particular cuando hace calor y viene junto a una masa de hielo afeitado, como Kakigori. En Okinawa, es tradicional servir el hielo sobre una sopa de judías (que no es nada dulce y tiene las judías enteras) que recibe el nombre de zenzai.
El caso es que termine tomándome uno casi cada día, en el mismo café junto a la estación de autobuses. Desgraciadamente, el último día, estaba cerrado. Así que al volver, anduvimos buscando el puñetero zenzai por todas partes. En uno de los pocos cafés abiertos no tenían, pero nos dirigieron amablemente hasta la surgiente.
Este restaurante, parecía más el comedor de todos los días de casa de mis padres. Allí, iban llegando gente del pueblo, que ocupaba las 3 mesas y 4 asientos "de ventana". Pedían el menú del día y si eso, que giraran la tele, para poder ver las noticias. Vamos, uno de esos sitios en los que sabes al 100% que has acertado.
Mientras Enrique devoraba un set Katsudon, que incluye algo de sopa y unos pickles, junto a la bomba calórica de Japón, una señora nos preguntó (todo esto en Japonés, evidentemente):
- Estuvisteis vosotros cenando en el Adan Tei el otro día?
- Sí, vaya ojo! :)
Y nos sentimos como las celebrities gaijines del fin de semana. Es genial haber alcanzado un nivel en el que me puedo comunicar con la gente, porque ése era más o menos mi objetivo, cuando empecé con esto del Japonés. Decirles cosas simples, como de dónde soy, cuándo me marcho, los sitios que he visto o lo maravilloso que era el arrecife de coral. Al principio se sorprenden, pero siempre alaban lo bien que suena el Japonés en boca de un Español.
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