Tras un fin de semana maravilloso, en el que me han caído unas tachonas tan bellas como imposibles, mil risas, un chaparrón y hasta un concierto de una ex Pussycat Doll, vuelves con un sabor muy dulce y típico, de cuando te juntas con uno de tus mejores amigos en modo GH, durante 48 horas.
Cuando me presentan a una pareja nueva, siempre les pregunto acerca de cómo se conocieron.
Por si alguien se preguntaba cómo conocí a mis amigos: A Dani, le conocí bailando.
Él siempre había dado clases con Bea, que resultaba ser la ex-jefa de las animadoras (suena muy Americano, pero es bastante real..) y por lo tanto, mi ex-coreógrafa, desde el momento en que dejé de animar el baloncesto local, para centrarme en ese tercero de carrera que empezaba a apretar fuerte.
Él, que no pasa desapercibido, terminó por invitarme un día... A salir de fiesta.
Aún me acuerdo de aquella noche. En la que les conocí a todos. Llevaba mis Dsquared de rebajas, en una época en la que los gemelos caten todavía vendían jeans por debajo de 200€. Fuimos a ese bar, donde trabajaban Alvarito y Virgi (nuestra princesa Grease) de camareros los fines de semana. Pablo (de La Torre) todavía no se había mudado a Madrid, ni Sonia a Barcelona. Y cómo explicar lo que sentí... Con una canción de Britney, como haría Daniel: I found me, when I found you.
Tras años de sentirme algo diferente pasé a ser de los más normalitos. Algo que me hacía sentir mucho más segura de mí misma. Más normal e identificada con un grupo. Aceptada, animada, querida, elevada. Me sentía mejor, acerca de mis excentricidades. Pasé a reírme más, divertirme, defender mi manera de pensar a base de looks y posados, que rozaban la línea de lo que típicamente, se considera normal Pero eran divertidos. Ese concepto de circo, de disfraz, nos lo hacía pasar genial. Tanto entonces como ahora, cuando al mirar atrás, tienes millones de fotos míticas que recordar.
Dani es la persona a través de la que conocí a un grupo de gente muy especial, esos que puedo llamar amigos, de verdad. Han pasado 8 años, desde que dejé de ser miembro activo, para convertirme en amiga virtual, en cuatro palabras por Whatsapp, una visita puntual y un comentario desde otra zona horaria, que nunca termina de pegar. De ahí que sea tan especial, volver a estar juntos y sentir que el tiempo ha pasado, que hemos evolucionado, sin dañar nuestra amistad.
Hay cosas que una pareja nunca puede, ni debe, reemplazar. Suena fatal reconocerlo, pero un amigo es un compañero a muy largo plazo, verdaderamente incondicional. Alguien que te ha visto evolucionar, probablemente desde antes que encontraras a tu pareja. Que comparte tus pasiones, que entiende tu motor, la belleza y la diversión, exactamente igual que tú. Que siempre está ahí diciéndote la verdad. Apoyándote, cuando te rompan el corazón. Regañándote, cuando la lías de verdad.
Los amigos son esos hermanos elegidos, sin los que la vida no sería tan genial.
Como una gran familia, donde todos los miembros son diferentes y por ello, aportan algo especial.
Tras la boda, lo pasé un poco mal. Soy una persona melancólica, a la que le destroza pensar en los años perdidos, en haber empleado my 20s centrada en viajar y trabajar por el mundo, en lugar de estando con ellos, riendo, saliendo y aprovechando de la juventud que no regresará. Porque no aguanto los tacones, ni salir como antaño. Pero creo que todo ocurre por una razón y que la oportunidad, tanto profesional como personal, aparece cuando aparece por una buena razón. Que sólo conseguimos entender al ponerla en perspectiva, mirando unos años atrás.
Lo reconfortante es que, cuando nos juntamos, me siento incluso mejor que entonces. Probablemente, porque ahora aprecie mucho más el valor que es su compañía, tras vivir sin amigas moñas durante estos 3 años atrás. Nunca somos conscientes del valor de las cosas, hasta que las perdemos.
Evitando caer en lugares comunes, no hay tiempo para malgastarlo con melancolía, en mirar atrás. Todo ocurre por una razón. Estoy de vuelta. Dispuesta a recuperar el tiempo perdido o al menos, a aprovechar al máximo los años que tenga por delante en España.
Soltada la parrafada, os dejo a los deco maniacs con unos snapshots del maravilloso basement que ses digno hogar de mi maravilloso amigo. Todas las fotos con mi cámara, de nuevo. Que no es comparable a la de Enrique, pero al menos... Creo que retrata bien, ese momento estelar.
Suki (& Katsu his brother the grumpier cat, not pictured), the housecats.
Open roof, for extra light.
Ganesh, the 65 year old turtle.
Garden
Living room
2 comments
:) Mil gracias.
Me encanta todo, pero ese jardin... por favor.
Aún hay mas sorpresas. Un encantador estudio al otro lado del jardín (desde donde hice la foto) que lo habilataron recientemente y es un lugar perfecto para perderte en libros y litros de té...
Post a Comment