Enrique, practicando en Aruba.
Boca Grandi es una playa al sur de Aruba, perfecta para hacer kite. Desierta y paradisíaca, representa todo lo que esperas del Caribe pero que a menudo no encuentras si reservas tus vacaciones en un hotel con todo incluido. Aguas cristalinas, arena blanca, tiempo constante y profesionales del kite. No hay baño, ni chiringuito, pero nadie dijo que ser un surfero molón fuera fácil.
Tras romperme el dedo del pie en Tarifa, un día de muchas olas, paso de meterme cuando veo el mar picado. Será que 5 meses sin poder andar o correr, fueron suficientes como para arriesgarme a repetir la experiencia en un futuro cercano. Así que me dedico a hacer yoga y vigilar que Enrique no se aleje mucho de la costa. Con offshore wind mi tarea es dejarle ir y observar el momento en el que está lo suficientemente lejos y lo suficientemente jodido como para que compense pedir un rescate. Tras 25$ y un viajecito en barco, aparece de vuelta en la playa con la cometa plegada, listo para hinchar y vuelta a empezar.
En Boca Grandi dominan los Holandeses. Hay familias enteras en las que varias generaciones navegan y hacen trucos, en paralelo. Muy alejados de los típicos guiris que ocupan las costas españolas, éstos se dedican a disfrutar de la naturaleza en estado puro - sin hartarse a comer, sin emborracharse, ni dejarlo todo destrozado tras una fiesta loca. España debería apoyar más al turismo activo, puede que aparentemente sea menos lucrativo pero a la larga, resulta mucho más sostenible.
No comments
Post a Comment