Mi padrino.
Él sujetaba la vela durante mi bautizo. Él fundó su empresa. Él terminó la Marathon des Sables. Él siempre ha estado ahí, sirviéndome vinos impresionantes y obsequiándome con mejores consejos. Porque él, su hermano y el padre de ambos son, sumados a sus respectivas familias, de las pocas personas que realmente tengo ganas de ver cuando vuelvo a casa.
Aunque a mí nunca me gustó el fútbol, él ha sido siempre forofo del Zaragoza. Quizás peque de optimista, de soñador o de emprendedor, pero le ha dado por intentar aglutinar a gente para salvarlo. Un bombazo en la ciudad. Tras la de Agapito, viene la de Artemio.
Fun to google him and realize his turning into a popStar.
Noticias en El Periódico y El Mundo Deportivo. Comentarios en foros y blogs varios. Lo normal es un país así. Algo a lo que ando acostumbrada desde mis tiempos en el CAI, cuando la gente votaba a su Cheerleader favorita y echaba pestes de aquella que, por alguna extraña razón, le resultaba antipática a pesar de no conocerla.
No pretendo que la gente la adore, ni tan siquiera que crean en él. Simplemente me da lástima ver cómo la historia se repite, una y otra vez. Sin presentar un Business Plan consistente en el que se detalle la estrategia que resolvería el problema - en este caso, salvar al renqueante equipo - la gente se permite insultar, echar mierda en una persona que no conocen, inventándose hábitos nocturnos de los que carece.
Por favor, que se levanta día tras día a las 6AM para correr, dedica su tiempo libre a familia, amigos y maratones, me llama a menudo, me anima a que como él, siga luchando en mis guerras. Con la cabeza fría, hasta que alcance el objetivo que se divisa a lo lejos.
Porque, además de mi padrino, es una gran inspiración. Creer, luchar, ser mejor, superarme, no ponerme límites. Porque intentarlo con fé fue siempre primer paso firme hacia convertir el sueño en realidad... No lo subestimes, porque en general, lo que se propone, lo termina consiguiendo.
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