Flottsbro och den snäll mannen

De todas las pistas que tenemos localizadas en las afueras de Stockholm, Flottsbro es la que apetece probar, cuando te levantas en Sábado con la cálida temperatura de -1C.

Llegar desde casa es fácil. Basta con pillar el cercanías y el 706, que te deja en la puerta. Los horarios del bus los días de labor no están mal, pero el finde, pasa cada 4h.

O_o

Así que, la pareja sin coche, se disponía a patear 1.5km con la tabla al hombro, con tal de llegar a la dichosa pista. Un drama materializado en una carretera rodeada por una capa de nieve de más de 1m que ocultaba cualquier sendero posible y su respectivo arcén lleno de gravilla; con lo que cada paso podía ser el último, constatando el escaso medio metro que nos separaba de los coches. Algo nerviosos, con estoicismo seguíamos adelante. Cuando de repente, se detiene un coche a nuestro lado:

- Vais a Flottsbro? - nos pregunta el amable señor, en inglés.

- Sí...

- Pues subid, que os llevo :)

Gracias a la amabilidad de un extraño, el drama se convierte en sueño y la pateada en un cómodo paseo en coche. Qué buen sabor de boca para comenzar el finde, verdad?

Siempre creí en el Karma. En que todo lo que das, lo recibes tarde o temprano. En que si intentas ayudar al final, serás auxiliado cuando lo necesites. En que ser honesto, alejará las verdades de tu entorno. En que la positividad (y esto lo aprendí de mi suegra), el creer en que algo saldrá bien, termina por convertirlo en realidad.

Alguien que lee este blog, me dirigió una pregunta en privado. Me agradeció la respuesta. Cuando en realidad, no hay de qué. Los acontecimientos del día demuestran que el deseo de ayudar sin esperar nada a cambio... Termina por recibir una recompensa, cuando menos lo esperas pero más lo necesitas.