Ironías las justas.
El hombre que no se podía... Ni cantear.
Quiero subir al Chedi!
La tortuga de la suerte - frotar con cariño y hacer la V en la foto.
Evidentemente, ahí que subí: Dooooong, dooooooong, doooooong!!!
Buddha dando la bienvenida - Big Belly = Happy
Yay! I'm on the top of the hill!
Ale, para abajo de nuevo...
Té de jazmín, para repostar frente al lago artificial.
Parece mentira que tuvieran cojones de crear semejante parque y encerrarlo tras los muros de la Ciudad Prohibida. Pero así eran los Liao, Lin, Yuan, Ming & Quing. Sucesivas sagas de egoístas. No me extraña que la cosa terminara volviéndose en su contra, que la peña se aliara y derrocara semejante imperio de injusticia con banderas tan rojas como la sangre que habían derramado las Dinastías reinantes.
A mí, siempre me quedará el recuerdo de esa teenager que, acompañada de su novio se acercó a mí con una cámara. Cuando me ofrecí a retratarlos con el lago de fondo me dijo que no. Yo no entendía nada. La pava se colocó a mi lado y sonrió. Parece que sólo quería una foto conmigo. Supongo que coleccionas a occidentales jetLaggeados, que somos como piedras preciosas: Especímenes extraños en la masa uniforme.
Cuando llevas horas sin ver a un occidental... Empiezas a sentirte MUY lejos de casa.
Which is kind of nice though, as it frees up your mind quite much.
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