Ya lo anunciaba el cartel, en el cruce por el que paso cada día, al volver de trabajar. El finde del 8 y 9 de Septiembre (九月八日、九日) Festival Hikawa (氷川) que traducido literalmente, significa, río helado.
Así que tras la procesión, encaminamos pasos hacia los dominios de este señor.
El kakigori (かき氷) o hielo afeitado, resulta una perfecta manera de refrescar el verano bajo el ardiente sol naciente. Aunque a mí eso del sirope hiperazucarado, no me termina de convencer. Con lo fácil que sería echarle zumo de limón natural!
Con hielo (o sin él), el camino te conduce al panel donde todos loos patrocinadores del Festival (pueden ser empresas, tiendas, restaurantes del barrio, así como particulares) aparecen mencionados. Igual que en el sumo, el tamaño del nombre es proporcional a la importancia (en este caso, a la suma invertida).
Habiendo estado en unos cuantos festivales este año, éste nos gustó especialmente, pues estaba centrado en los niños.
Manzanas (y frutas en general) bañadas en caramelo casero, esperando en un bloque de hielo.
Algodón de azúcar, junto a las figuritas de cristal.
Juegos en los que pescar pececillos o tortuguitas, un trofeo mucho más memorable que el non-environmentally friendly obsequio cutre hecho en China que nos daban a los demás.
Yakisoba, al método tradicional.
Mogollón de gente (y los niños que no entran en la imagen, pero inundaban los bajos).
Manzanas de caramelo.
Osaka-yaki (大阪焼き) y otras variantes del Okonomiyaki, como estas crepes, a disposición de los más voraces.
Caretas de Doraemon, Anpanman & todos los héroes de mi infancia.
Escalones al templo, en el que terminaba la magia… Hasta el próximo Festival del día.
Una mamá afortunada, con unos cuantos peces de vuelta.
I really love this picture.
Here face is so desperate, so sincere at the same time. She looks cute, but behind those dark eyes, able to pierce you, burns the fire that beats inside all Japanese Women's heart.
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