Irónicamente, aunque mi madre naciera sin sentido del olfato, yo lo debo de tener hiper-desarrollado.
Dicen que el increíble poder que tienen los aromas para evocar recuerdos viene de dos causas principales:
- El nervio olfativo está muy cerca de la amígdala, que es el área del cerebro conectada con la experiencia de las emociones, así como la memoria emocional.
- El nervio olfativo está también muy cerca del el hipocampo, que desempeña un papel crítico en la consolidación de la memoria tanto a largo como a corto plazo.
Por lo tanto, tiene mucho sentido que el olfato esté muy asociado con la memoria. En un artículo he llegado a ver la afirmación de que cuando áreas de la memoria son dañadas, la habilidad de identificar olores (que viene siendo recordar el olor que corresponde a algo) se mantiene. Así que me pregunto, cómo hará mi madre para recordar?
El caso es que a mí, los perfumes me sirven de terapia. Tengo la costumbre de estrenar fragancia en vacaciones, para mantener la posibilidad al volver a usarla tras la vuelta a la vida real. Pero también, a asociarlas con eventos especiales, que me hacen revivir ciertos sentimientos, tanto buenos como malos.
Desde los 14 hasta los 28, había utilizado Angel de Thierry Mugler, única y exclusivamente. Pero al venir a Japón, recibí unos cuantos obsequios que, junto a la situación actual, me han hecho cambiar de rumbo. Aquí vienen, mis favoritos del momento:
Bond no.9 Saks Fifth Avenue. Aunque fuera en 2009, durante mi visita a Stina en NY, cuando la mágica muestra cayera en mis manos... No fue hasta el 2011, cuando Enrique me la regaló y empecé a usarla, de la misma forma que comencé mi vida en Japón. Supongo que la gardenia me recuerda a la transición, con todas los sentimientos extremos asociados a ella.
Aqua Di Parma, Mirto di Panarrea. Maravilloso regalo de mi primo Artemio, que tiene un gusto exquisito para los perfumes. Simplemente, representa un paso adelante en mi carrera. El de ir a mi primer customer meeting de verdad y descubrir que en el trato continuo con los clientes, está la dirección en la que quiero orientar mi profesión.
Hermés, un Jardin sur Le Nil. Maravilloso regalo de Artemio, que tiene un gusto exquisito para los perfumes - además de ser extremadamente generoso conmigo, evidentemente. Representa la paz de estar los dos juntos (por fin) en Formentera, tras dos años sin volver a España de la mano. De recorrer esa isla tan mágica en la moto y como Lucía, soñar bajo las estrellas y saltar en medio de la nada, para volver a caer en medio del cuento, que nunca acaba de terminar.
Hay muchos otros perfumes (como Jean-Paul Gaultier Classique, que me recuerda a mamá; Chance de Chanel, que me recuerda a Vero; Jean-Paul Gaultier Le Male, que me trae malos recuerdos amorosos, en general) que me llevan de viaje por el pasado, pero no hay nada comparable al Le Fleur du Male - que lleva Enrique - como para llenarme de paz, amor y felicidad.
Supongo que los perfumes son una metáfora de las experiencias. No hay sociedad perfecta, ni forma objetiva de comparar. Todo depende de tu propia experiencia, en ese preciso instante, en ese determinado lugar. Todo es cuestión de lo que valoras y esto depende, en gran parte, de tu personalidad. Hay quien odia las presentaciones y prefiere encerrarse en un laboratorio en soledad. Hay quien se muere sin tener, un poco de circo alrededor en el que participar. Hay quien le gusta hacer mientras que a otros, les mola mandar.
Es importante conocerte a ti mismo, aceptar como eres y tratar de encontrar una pareja, un trabajo, una vida, que encaje con tus expectativas y tu personalidad. Simplemente, porque si algo te gusta de verdad, lo vas a hacer genial. Te vas a sentir mejor, tus allegados se van a beneficiar de tu felicidad, así como tu employer que verá incrementada la productividad.
Supongo que todo mejora, cuando la gente se siente valorada y motivada, sea en el trabajo o en su entorno familiar. Nadie puede ser feliz pisoteando a los demás, pero esparcir energía positiva, unos a otros, se convierte en una sociedad mucho más agradable que habitar.
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De recorrer esa isla tan mágica en la moto y como Lucía, soñar bajo las estrellas y saltar en medio de la nada, para volver a caer en medio del cuento, que nunca acaba de terminar. fragrancex coupon
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