Mi querida amiga Blanca. Esa mujer de las patentes, con cerebro de oro y aspecto de supermodelo. Tan genial como nerviosa, a veces le da por comprarse cosas. Son míticas sus paradas de 20 segundos en las tiendas de Schiphol, en las que arrasa cual Huracán Sandy. Ya sabéis lo que dicen no? Las tormentas tropicales con nombre de mujer matan a más gente, simplemente porque nadie se los toma en serio.
A mí, que tiendo a ser más tranquila, me parecía extraño, eso de comprar tan de repente. Como por impulso. Sin planearlo y estudiarlo 5000 veces por interné. Hacer un Blanca. Algo tan loco, divertido y emocionante como estar con ella.
Poco a poco, viaje a viaje, me fui haciendo más Blanca. Una cartera en Seoul, una bandolera en el lado Asia de Helsinki - aviso viajantes de Finnair a Asia, siempre es más económico pues te quitan los impuestos Europeos - y una cartera a la vuelta de otro. Que van a dejar de vender Céline en el aeropuerto, pues tratan de subir el listón de su exclusividad. Hasta hoy, ese día en el que con la cabeza a punto de estallar (tras un amago de desmayo durante la manicura de última hora) me ha dado por cruzar el Corte Inglés, tras comprar esas cosas tan básicas (un bálsamo hidratante y desmaquillante) en las que suelo invertir.
Una cartera amarilla ha sido el cebo perfecto, para alguien tan sensible al color como la madre que me parió... Amarillo limón, yo? Si solamente tengo un sofá, una mesita, unas bailarinas y otra mini-bandolera, teñida de ese color.
Un dependiente que recordaba a mi querido Alvarito y un dolor de cabeza que se evaporaba, a medida que me acercaba al momento mágico. De quemar plástico.
Veremos en qué queda la ruta Malaya.
El caso, es que ya con esta pequeñaGRAN locura, me siento mucho mejor.
Dedicado, en especial, a mis amigas y en general, a todas esas mujeres... Al borde de un ataque de nervios. Remember gurls, a Blanca once in a while, keeps the doctor away.
4 comments
Muy chulo! ya nos enseñarás cómo queda puesto. Un beso!
I.
Tranqui, que eso no es gasto, es INVERSION ;)
besos C
Yo nunca hago un blanca, creo que porque soy muy poco impulsiva, pero me encantaría... total, tampoco pasa nada, ¿no?. No hace falta darle dos mil vueltas, y a veces es un gusto eso de quemar plástico, como tú dices, porque te lo puedes permitir, que para eso lo ganas, y ole tu c***
Yo tampoco suelo, pero esta vez estaba al borde del ataque de nervios el caso que me lo llevé y me trajo suerte :D
Todos contentos y desde luego, bastante más barato un bolso que un trastorno de ansiedad.
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